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Estilo DF Mon Laferte

por: Hayde Martínez

SIN MIEDO A NADA

En junio, Mon Laferte cumplió 10 años desde su llegada a México con la esperanza de continuar su carrera musical. Ahora, a unos meses de ese aniversario, la chilena ofrecerá tres conciertos en el Auditorio Nacional en octubre. Con una voz desgarradora y tímida a la vez, que hace recordar lo terrible que puede llegar a ser una infidelidad, Monserrat Bustamante, mejor conocida como Mon Laferte, en entrevista con EstiloDF confiesa encontrarse en el mejor momento de su vida, y aclara que si bien “Tu falta de querer” es uno de los temas que la han mostrado como una femme fatale, no lo considera así. Además, aprovechó para compartirnos en qué momento perdió el miedo de mostrar sus temas, dejando atrás los covers, incursionar en diversos géneros musicales a lo largo de su trayectoria y encontrar sonidos que la han hecho arriesgarse, como es el caso de “Amárrame”, que interpreta junto a Juanes.

 

¿En qué momento de tu vida te encuentras?

Los músicos sabemos que es un camino difícil, por eso siempre están las típicas historias donde los papás les dicen a los niños: “Estudia otra cosa”; sobre todo en Chile es muy común que no tengan el apoyo de los padres. Muchas veces me preguntaron a qué me dedicaba, yo decía “soy músico”, y ellos insistían “no, ¿pero de qué vives?”. Es difícil, pero es tanto el amor y la pasión que uno siente, que es como una enfermedad. A veces no hay dinero, se toca en lugares vacíos y no importa, porque lo que uno quiere es estar conectado con la música.

 

¿Cómo surge esa pasión musical?

Empecé desde muy pequeña. Tengo conciencia que desde niña quería ser artista: cantar, bailar o actuar, algo que tuviera que ver con estar en el escenario. Ya como a los 10 años lo tenía muy claro. Mi abuela tuvo también la culpa porque me impulsaba y me decía: “Sí, usted va a ser una artista y va a cantar”; ella me enseñó a cantar. A los 13 años ya cantaba de tiempo completo. Ha sido un camino largo, y lo más difícil fue encontrarme, saber qué quería y dejar el miedo de mostrar mis propias canciones, porque pánico escénico nunca lo tuve, siempre me sentí como pez en el agua, pero me daba terror compartir mis temas. Compuse desde pequeña, pero siempre tenía miedo.

 

Ese miedo de mostrar tus letras, ¿te llevó a cantar covers sólo por obligación?

Cantaba por trabajo, vivía de covers de boleros, folclor, cumbia, bandas de rock y muchos más. Pero sí, mi deseo era compartir mis propias canciones. A los 15 años fue el primer acercamiento con una disquera en Chile; en ese tiempo no existía lo de ser artista independiente y hacer videos caseros, la tecnología no estaba para eso; cuando mostré mis canciones en ese momento, los de la disqueras me dijeron cosas y me volví más insegura, y las volví a esconder un buen rato. Ahora llevo 10 años viviendo en México y de probar, también comencé en un bar de Veracruz y en otros de la ciudad cantando covers.

 

Te hemos visto cantar desde cumbia hasta metal, ¿en qué momento descubres tu estilo?

Escucho de todo, por ejemplo, a veces pongo listas de Spotify con música latina y en inglés; soy muy receptiva. Si me preguntan por algún gusto culposo, no lo tengo, no hay nada de lo que me avergüence. Todo depende del momento, cada ritmo te pone un mood diferente. Lo que hago musicalmente es un proceso que tiene que ver con todo lo que interpreté anteriormente; al principio sentía que podría cantar distintos estilos, y por ejemplo me inclinaba hacia el metal, pero luego me preguntaba si realmente quería hacer eso toda la vida y la respuesta era no. Me dije que como compositora necesitaba decir más cosas, y en el metal puedes decir mucho en las letras, pero no es la principal atracción, ahí es más la percusión. Empecé a quitarme poco a poco los gustos y por fin decidí qué hacer. Siento que el encontrarte nunca termina, en un año el sonido puede evolucionar, pero al menos ya me siento más yo. Uno siempre vuelve al origen, y lo que hago es la música que escuchaba en la infancia; mi primer show así fue.

 

Ya tienes un público cautivo, ¿existe el miedo de perderlo con el nuevo álbum que incluye cumbia?

Estoy con disco nuevo y sí, ha sido un cambio radical. “Amárrame” es una cumbia; como compositora, nunca lo había hecho, cuando terminé la canción me encantó, pero también tuve miedo a las reacciones. Lo que le gusta al público es precisamente eso, que soy fiel a mí y a lo que siente mi corazón. Es muy aburrido quedarse siempre en un entorno para complacer; me agrada darles gusto a mis seguidores, pero es como una relación de pareja, tú no puedes decirle que sí o no a todo, porque uno tiene su personalidad, vida, deseos, que se complementan con tu pareja, y al final cada uno son personas diferentes. En la música es similar: sí deseo complacerlos, pero también necesito alimentarme, porque no me quiero avejentar en el escenario cantando lo mismo siempre; uno se puede volver una parodia de uno mismo al repetir las fórmulas, y no quiero ser eso; simplemente deseo hacer lo que me emociona. Siempre hay que arriesgarse, el camino más sencillo sería seguir haciendo rock.

 

Las primeras canciones son tristes; las últimas, no, ¿qué tanto disfrutas la melancolía?

Imagínate que siguiera interpretando canciones tristes de manera forzada, cuando en realidad estoy feliz, no tiene sentido. No creo en eso de escribir algo que hable sobre una pareja que pelea, no puedo seguir un tema, simplemente escribo lo que siento. No puedo hacer un disco triste, cuando en estos momentos soy una mujer súper feliz, con muchas inquietudes artísticas; quiero hacer mucho, en general me siento tranquila.

 

¿La música es una terapia para ti?

Totalmente. Uno tiene bloqueos emocionales y carga con ellos, y de manera mágica salen las canciones sin planearlas tanto. Por ejemplo, en el álbum Volumen dos escribí una canción de cuando falleció mi abuela; pensé hacerla inmediatamente, pero pasó un año y no podía, tenía la tristeza acumulada; soy muy tímida, aunque no lo parezca, porque de repente en el escenario me desbordo de emoción. En la vida soy reservada, nunca digo lo que siento y me lo callo, y de repente tocando la guitarra sale todo con un mar de lágrimas, suelto lo que tengo. Definitivamente las canciones son una terapia. Lo malo es el ejercicio de volver a cantarlas, me remueve emociones.

 

¿Cuál ha sido uno de los momentos más tristes en tu vida?

Como saben, una de mis canciones más tristes es “Tu falta de querer”. Me pusieron el cuerno alguna vez, al grado de que caí en depresión y quise quitarme la vida. Hoy ese momento lo veo lejano, pero al grabarla con amigas sucedió todo lo contrario, comenzó a hacerse viral y la magia llegó. No es que todo el tiempo esté triste o deprimida, esos momentos han terminado. Otra etapa difícil fue enfrentarme al cáncer tiroideo, tuve que poner pausa temporal en mi carrera.

 

Tus canciones tienen muchos contrastes, ¿qué papel juega el dolor en ellas?

Uno escribe una canción y aunque la letra esté muy clara, la gente lo percibe de otra manera. Es maravilloso cómo hago un tema y de repente pasa desapercibido porque la gente no conectó; por el contrario, hay otras que incluso las sienten más que yo. El dolor, la esperanza, la pasión, el amor, el deseo y todos los sentimientos, juegan un rol importante. Soy una persona apasionada, visceral e impulsiva, y esa es mi forma de componer, por ejemplo, “La trenza” la hice una madrugada, y el disco ya estaba terminado. Y dije: “La quiero agregar”. Agradezco ser una mujer pasional que le gusta mostrar lo que siente, me acostumbré desde pequeñita a levantar la voz, ahora en mi música no me da miedo mostrar mis sentimientos. He aprendido a sanarme también a través de las canciones.

 

En poco tiempo has conseguido miles de fans, ¿te asusta la fama?

No me asusta, no cambiaría nada, me encanta estar en el escenario y de gira, es lo que he hecho toda la vida. Esto de cantar es una consecuencia de ser positiva, disfruto mucho cada show. Ahora tocamos a diario, al final todos los músicos estamos un poco locos y no me importa no tener vida social; sé que habrá un momento en el que uno se canse, pero por ahora no.

 

¿Cómo fue trabajar con Juanes?

Lo de Juanes fue maravilloso, es un gran músico. Me da gusto encontrarme en este mundo donde puedes colaborar con muchas personas, de pronto aparece gente que no te conoce y te mandan el audio y fluye todo. A Juanes no lo conocía, pero él escuchó el audio y me encantó su respuesta de “quiero conocerla”; ahí dije: “Esto está bien”, y estuvimos tocando, incluso la canción de “Creep”. He aprendido muchísimo de él, me ha dado consejos, tiene bastante experiencia en esto; ha tocado con Metallica y The Rolling Stones, pero hay mucha gente prejuiciosa y se espanta de Juanes por ser un artista pop.

 

¿Cómo influye tu gusto por la lectura a la hora de escribir?

Me gusta leer mucho, pero a la hora de componer eso lo uso más que nada para saber cómo acomodar las palabras y decir lo que quiero. Leer me sirve para contar historias de diferentes maneras, porque si pones una palabra antes o después, sí cambia. ¿Sabes?, ni si quiera debo estar inspirada, siempre sale una canción, claro, algunas son mejores que otras, pero en general todas hablan de cómo me siento. Muchas veces pasa que me levanto en la noche con insomnio y me pongo a escribir en la madrugada.

 

¿Cuál es tu mayor miedo?

Digamos que soy muy miedosa, es contradictorio lo que te diré: soy una mujer que al momento le tiene miedo a todo, y a la vez se lanza; el temor no me detiene, me encanta vivir. Me aterra subirme al escenario, cada vez me siento más nerviosa y no sé por qué. Cuando era niña y me subía al escenario era como un pez en el agua y ahora pasan por mi mente pensamientos como “me voy a equivocar, lo voy a hacer muy mal”. Soy súper miedosa, pero me han enseñado que eso no debe ser un factor que te detenga.

 

¿Te consideras una persona ermitaña?

Sí, es loco porque me encanta tocar, viajar y cantar, pero en realidad soy muy de casa; de pronto llego de gira a mi hogar y mis amigos me piden que me reúna con ellos, pero prefiero quedarme tejiendo como una abuelita, jajaja. Tuve una etapa en que era muy fiestera, pero ya me cansé de eso, ahora soy mucho más hogareña.

 

¿Le gusta a Mon ser vista como femme fatale ?

Como todos los seres humanos hay etapas, momentos felices, tristes, de euforia y locura. Ser una femme fatale no me identifica, no todos los días estoy así.

 

Cada vez hay más violencia hacia las mujeres, ¿qué mensaje darías ante esta situación, qué pasa con los hombres que también son agredidos?

Soy muy mala para dar ayuda y mensajes, y tampoco quiero ser un ejemplo para las personas; de amiga a amiga, les digo que se levanten, porque cuando uno la pasa mal, no es permanente; llega un momento cuando uno mira hacia atrás y se ríe. Hagamos la lucha desde nuestro espacio, educando a nuestros amigos e hijos sin pelear; tengo amigos y de repente voltean y las miran mucho, y les digo seriamente que agarren la onda, que a nosotras no nos gusta que nos estén viendo todo el tiempo, una se harta. Por otra parte, una como mujer también a veces no se da cuenta y ofende a los hombres al decirles “mariquitas”; sin querer no nos damos cuenta que les afecta. No nos ponemos a pensar que la mitad de los hombres se ha privado de llorar, deben llevar el sustento a sus casas y ser más fuertes, imagino que ha de ser difícil vivir sin mostrar tus sentimientos y ser un macho. Yo he cometido ese tipo de errores toda mi vida. En los últimos años, gracias a conversaciones entre amigos y amigas, mi mente ha cambiado.

 

¿Qué recuerdo tienes de tu infancia?

Mis papás también son artistas: ella pinta, canta y escribe poemas y cuentos, pero también fue una mamá de casa y ahora es dentista. Él fabricaba instrumentos de música andina y también es artista. Mi infancia la recuerdo con mucha música y cuando crecí, cada uno tomó su camino. A mi hermana y a mí nos inspiraron a ser artistas.

 

CUESTIÓN DE ESTILO

A la hora de vestir: “Ahora le copio el look a mi abuela, jajaja. Todo depende de cómo me sienta; desde chica he pasado por diferentes estilos, y ahora me gusta usar vestidos y looks que usaba ella”

Tu película: “Dancer in the Dark, de Lars von Trier, me gusta, soy masoquista. Sufro mucho con ella, pero me encanta”

Tu libro: “Me gusta mucho Vargas Llosa, su forma de escribir me emociona”

Lugar para descansar: “Mi casa, es el mejor lugar, aunque también me encantan la playa y el calor”

Último concierto al que fuiste: “Al de Radiohead, además tocaron ‘Creep’; no me la creí, fui tan feliz, es mi banda favorita

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