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Estilo DF Weekend Lila Downs

por: Hayde Martínez

MEXICANA CON TALENTO INTERNACIONAL

Salón, lágrimas y deseo es el nombre del disco más reciente de Lila Downs que se lanzó en mayo pasado, y actualmente es el eje de la gira que la cantante realiza por diferentes ciudades de América y Europa. Lila platicó detalles de este álbum, en el que incluyó sones del dominio público y de su autoría, boleros clásicos -que bien conoce la gente- y colaboraciones con gente como Diego El Cigala, Carla Morrison y Mon Laferte, entre otros, que condimentan con sus respectivos colores de voz la propuesta de Lila, quien también ya se prepara para presentarse en el Auditorio Nacional los próximos 4 y 5 de noviembre, como lo ha hecho desde hace cinco años.

 

¿Cómo describes este disco?

Es emotivo, muy de desamor, porque he aprendido a lo largo de mi vida que si no te das permiso de expresar lo que sientes, sea agradable o no, se queda adentro como una costra, por eso este disco tiene el propósito de sacar ese temor, ese odio, ese coraje que sentimos en este momento.

 

¿Qué te hizo incluir canciones de Agustín Lara y Álvaro Carrillo?

Ellos son compositores ahora denominados clásicos dentro de nuestra cultura popular. El tema “Seguiré mi viaje” casi no se graba; quienes cantamos a los clásicos somos tercos porque al interpretarlos impedimos que se difumine esa época que nos ayuda a entender quiénes somos. Al grabar estos temas también hacemos que la gente joven conozca la obra de compositores como Álvaro Carrillo, aunque otros muchos chicos me ven con rareza y se preguntan: “¿Y ésta de dónde salió?”. Cuando estaba más chava me acuerdo que me vestía con mi enagua y mi huipil y me decían que me veía bonita, que parecía gitana, ¡en pleno Oaxaca! Es una tristeza que no se reconozcan nuestras raíces. ¡No seamos bueyes, revaloremos lo que somos!

 

También cuentas con interesantes colaboraciones …

Me siento muy contenta de que aceptaran los cuatro que están; pensábamos que lo lograríamos apenas con un par de invitados, y el hecho de que estén es un regalo. Grabar con El Cigala fue una bendición porque a ese señor lo admiro, lo respeto mucho por ser un apasionado y por su actitud conmigo; fue muy humilde y respetuoso, cosa que me sorprendió. Con (Andrés) Calamaro habíamos buscado el contacto, pero no se pudo en su momento; él me recuerda a Bob Dylan por su timbre de voz, así como por ser antiestablishment, y me encantó lo que hicimos. También Carlita Morrison es una buena amiga, una aliada, diría yo; hoy puedo decir que nos queremos, tenemos cosas en común; es una mujer profunda, y su voz es como mantequilla. Con Mon (Laferte) fue una gran sorpresa tenerla; yo no la conocía, ella se presentó conmigo en El Tajín, cantó esa vez antes que yo, y al oírla me llamó la atención su propuesta; cuando hicimos “Peligrosa”, obviamente la idea era que ella lo hiciera, parece que no le dieron permiso, pero ella peleó por hacerlo, me parece muy solidario.

 

Hablabas del coraje que vivimos en el momento actual, ¿cómo defines el contexto en el que nos tocó vivir?

Lo digo en parte en el tema “Envidia”, creo que los latinoamericanos hemos influido tanto y tan de prisa al país vecino del norte, y lo veo claro. Cuando empecé a estudiar la primaria en Minnesota, donde pasé parte de mi vida, la gente no sabía quiénes éramos los latinos, y hoy día ya es muy común nuestra presencia allá; a lo mejor predomina el texmex, que no es propiamente lo mexicano, pero ahí estamos, nos ven en todas partes, ven la televisión y ahí estamos, van a trabajar y ahí estamos, junto a ellos, desde la gente que hace el aseo hasta compartiendo el escritorio, y me parece que esto les da temor, coraje y envidia, y eso lo expreso en mi canción.

 

¿Cómo notas que perciben a México en las ciudades más importantes que has visitado con tu espectáculo?

Depende del país. Tendrá unos 15 años que empecé a salir, a tocar en lugares pequeños. La primera vez que fui a Europa fue a una Feria Mundial en Portugal, y así llegué a Francia y luego a Alemania, en donde nos tocó una Copa Mundial de Futbol. Había muchísima gente interesada en temas como la interpretación que los mexicanos le damos a la muerte; cada país tiene sus relaciones con México y su propia forma de entendernos, lo interesante es darte cuenta de que no estás solo, de que la discriminación está presente desde Alaska hasta la punta de la Patagonia, entonces te encuentras con que estás hermanado con mucha gente, y a mí me apasiona eso.

 

¿Has llegado a sentir que tu propuesta no es valorada, has sufrido discriminación?

¡Claro que sí!, y más ahora que vuelve a haber esta confrontación con lo nuestro. Cuando ganó Trump sentí que la gente aquí en México tragó saliva y ponía cara de ¿ahora qué hacemos? Creo que eso es un proceder equivocado porque lo que debemos hacer es mirar hacia adentro para saber con qué contamos, para estar conscientes de nuestros valores, porque en eso radican nuestras fortalezas y con eso vamos a salir adelante, creyendo en lo nuestro y no mirando en el exterior con la esperanza de que nos legitimen.

 

¿Es difícil compaginar tu agenda laboral con tu faceta personal?

Sí, pero me doy mi tiempo. A mí me tocó que mi papá me diera clases en casa, entonces así me va a tocar con mi Benny, y conforme crezca será muy gratificante compartir con él el conocimiento que tengo, inculcarle valores; él es un niño muy feliz, es bondadoso, sigue aprendiendo muchas cosas y le inculcamos siempre el respeto a los demás.

 

También eres mamá, ¿a qué hora ejerces ese rol?

Busco los tiempos para estar con la familia y estar atenta a las necesidades de mi chiquitín. Ahora, por ejemplo, al planear fechas para el tour en el que yo creo que la disquera quisiera que estuviera más tiempo, me apoyo de la gente que trabaja conmigo, que también sé que son mamás y saben que tenemos que estar con nuestros hijos; en mi caso, busco y me esfuerzo para estar lo más que pueda en Oaxaca, que es donde él está en la escuela.

 

¿Te ayudas de la tecnología para ejercer tus roles de mamá y esposa?

Sí, aunque tengo conocidos en la escuela de mi hijo que no creen en eso, pero a veces es necesario adaptarse, porque así como busco que el crecimiento de mi hijo sea lo más natural posible y se desarrolle en un entorno tranquilo, él tiene su tablet y sabe que hay horarios para usarla; cuando estoy en casa nos acostamos los tres en la cama y estamos juntos; él me enseña lo que ve en su pantalla y vemos documentales juntos: él de animales, yo veo de cocina, que me gustan mucho, leo recetas y noticias que aunque son difíciles de ver, son necesarias.

 

También te das el tiempo de ser activista…

Principalmente con La Casa de la Mujer en Oaxaca; esa ha sido una de mis causas centrales de cooperación con la que año con año trabajamos haciendo un concierto a beneficio de la institución. Hasta hoy van 112 jóvenes indígenas y mestizas que cuentan con el conocimiento que les da la educación; ellas mismas buscan sus becas para ir a la Universidad, muchas veces van al extranjero a estudiar la maestría o el doctorado, así que ahora tengo ahijadas, como yo les digo, y veo los cambios que generan en sus comunidades. Esto, creo yo, es una manera de ver el feminismo de acuerdo como se permite en las comunidades indígenas a las que pertenecen, y en ese sentido es maravilloso el proyecto.

 

¿Qué sientes cada que una chica de alguna comunidad indígena busca ir a la Universidad?

Se me hincha el pecho de emoción y, lo más importante, es cómo con sus conocimientos impactan de manera positiva en sus comunidades; creo que éste no es un liderazgo de tipo político, se trata de un liderazgo ganado con trabajo.

 

¿Consideras a algún cantante como tu modelo a seguir?

Escucho mucho a Ella Fitzgerald, últimamente más, y lo hago cada que tengo problemas técnicos con la voz; como que ella es mi maestra porque usaba el instrumento de la voz de manera básica y elemental, con una potencia impresionante.

 

Y como ya se ha vuelto una costumbre desde hace algunos años, este 2017 también te presentarás en el Auditorio Nacional…

¡Éste es el sexto año! Ya se convirtió en una tradición y esta vez serán dos conciertos: el 4 y 5 de noviembre. Al público le gusta convivir con nosotros, y a mí estar con ellos; eso me hace sentir orgullosa porque a pesar de que hemos nadado a contracorriente, ahí estamos; no ha sido fácil para nada, pero el público es maravilloso, es fiel y nos sigue, además de que hay gente que se suma año con año, y ahora con este disco, en el que hasta incluimos danzón, pues ha hecho que voltee hacia nosotros gente de edad madura.

 

 

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