Todo terreno.
Estrena «Ingobernable» serie de corte político que transmite Netflix.
Más que un actor polifacético, a Luis Roberto Guzmán le gusta considerarse un todoterreno, dispuesto a entregarse en cuerpo y alma ante cualquier reto que se le presente en la vida. No obstante, el actor boricua tiene muy claro que no le gusta hacer por hacer, sino involucrarse en proyectos que lo desafíen constantemente y que congenien con sus parámetros personales y profesionales. Esas fueron las razones que lo llevaron a formar parte de Ingobernable, serie que desde hoy puede ser vista en Netflix y que para el puertorriqueño representa la obtención de un logro más y el impulso para seguir dando lo mejor de sí mismo en un camino que, asegura, apenas comienza a recorrer. En entrevista para EstiloDF, Luis Ro ahonda en detalles sobre la producción que lo hará reconectarse con sus orígenes al darle vida a un personaje originario de su natal Puerto Rico; además habla de sus pasiones y admite sin reparo el amor que siente por el béisbol y su tierra, la que siempre lleva consigo en su corazón y pensamientos.
Hay muchas expectativas sobre lo que veremos en Ingobernable, pero ¿qué podrías decirnos tú sobre esta esperada serie?
Ingobernable se maneja en dos mundos: el de Los Pinos y el de Tepito, dos realidades totalmente opuestas. La historia gira en torno a la pareja presidencial que, como todas, posee sus altas y bajas, sus acuerdos y desacuerdos, y cómo se ve afectada debido a la presión social, mediática y la situación que experimenta el país dentro de la historia que, por cierto, no tiene nada que ver con lo que estamos viviendo. Me gustaría hacer hincapié en que se trata de una ficción, aunque obviamente existe una clara referencia a la pareja presidencial, mas no se basa en lo que ellos viven.
Y si tuviéramos que hablar de géneros, ¿dentro de cuál la ubicarías?
Es un drama que por razones de la historia o diversas circunstancias nos llevará a la acción; asimismo, toda la investigación que se lleva a cabo en la serie nos otorga el tono del thriller. Al tratarse de política, visitaremos muchos otros departamentos, que van desde los ligados a la impartición de justicia, la toma de decisiones y, bueno, demás temas como lo que acontece en Tepito, las nuevas tecnologías y todo lo que vivimos actualmente, haciendo que la historia se sienta como una mezcla de muchos elementos.
¿Cómo fue que te sumaste al proyecto?
Diría que por suerte, ya que el personaje que interpreto sufrió un cambio drástico. Netflix cuida mucho sus proyectos desde el guión, por lo que hasta que no esté todo bien pulido no lo lanza, entonces se trabajó mucho en este personaje para que fuera lo más complejo posible. Creo que si no hubiese pasado de esta forma no me habrían llamado, pero las cosas se dieron así: pensaron en mí, me llamaron y acepté.
A pesar del hermetismo, ¿ahora sí puedes hablar más de tu personaje?
Su nombre es Pete Vázquez y es el jefe de seguridad del hombre más rico de México; podría decir que se trata de una persona muy capacitada para hacer su trabajo. Después de 17 años es interesante porque de alguna manera el personaje marca mi realidad, la que vivo actualmente, ya que es un puertorriqueño lejos de casa.
Suena a que se trata de un personaje complejo, ¿hubo requerimientos especiales para darle vida?
Hubo entrenamiento físico, pero el verdadero esfuerzo fue reencontrarme con mi acento nuevamente. Además puedo decir que representó un reto actoral para mí, pues el personaje posee una psicología muy interesante que de seguro llamará mucho la atención conforme continúe la historia. Me agrada que en mi ejecución haya un paralelismo conmigo: un puertorriqueño que vive y trabaja en México.
¿Es cierto que te buscaron con la intención de que hicieras otro papel?
Al principio me ofrecieron interpretar a un diputado, pero en este cuidado que tiene Netflix por manejar sus historias y los puntos dramáticos, este personaje desapareció. Ya habíamos entrado en pláticas por primera vez cuando el departamento creativo no vio viable este personaje, que por cierto se antojaba muy interesante, así que se eliminó de la historia. Sin embargo, después hubo un ofrecimiento más. Si bien no iba a aceptar por diferentes compromisos, todo fue cambiando hasta que de último momento me ofrecieron este personaje de mente tan en organigrama.
¿Tu personaje tendrá alguna relación cercana con el de otro de tus colegas?
Trabajo directamente con el personaje de Eréndira Ibarra, quien aparte es mi amiga, así que ya se podrán imaginar el nivel de entendimiento y de confianza que tenemos en el proceso creativo y en el set. Además me verán mucho en pantalla con el personaje de Fernando Luján, lo que es un gran honor para mí.
Se ha hablado mucho sobre el estreno de esta serie, ¿cuáles son tus expectativas al respecto?
No tengo expectativas, no me gusta hacérmelas. Al final las cosas han cambiado tanto, así como la percepción del público, que los resultados pueden ser muy variables. El simple hecho de los miles de views en los trailers habla de la repercusión y alcance impresionantes que seguramente tendrá; creo que mucho tiene que ver el interés de la gente por conocer más sobre la historia.
¿Qué significa para ti sumarte a Netflix?
Me da mucho orgullo sumarme a un proyecto que está catalogado como una serie original de la compañía. Siento que se resume todo el esfuerzo, todo el camino, todos los géneros que he tocado y todas las productoras, canales y cadenas de televisión con las que he trabajado aquí y en otros países. Tocar esta nueva plataforma, que es la número uno a nivel mundial en cuanto a streaming se refiere, creo que es un paso más, se suma a todo un recorrido.
¿Hubo dudas al momento de aceptar, o qué pasó por tu cabeza cuando te pidieron que fueras parte de esto?
Más que dudas, primero me llevó a cuestionarme, es decir, a enfrentarme al personaje, a cómo se iba a diseñar, cómo iba a darle vida, cómo se visualizaba; creo que ese siempre es mi punto de partida: cómo es la historia y cómo es este personaje dentro de ella. La primera lectura se me hizo demasiado atractiva por todo lo que conlleva tocar la temática política. Acepté porque sigo claro con eso de nunca quitar el dedo del renglón sobre proyectos que realmente me compliquen, que me cuesten y me saquen de mi terreno para seguir explorando otros caminos.
Posees una vasta trayectoria en proyectos de diferentes tipos, ¿te consideras un todoterreno?
Me gusta estar pendiente o consciente sobre lo que está pasando conmigo, y después enfocarme en que lo que quiero hacer parta de una necesidad personal. Creo que, a veces, cuando logras esa sincronía, esa frecuencia y estás alerta, empiezan a llegar las cosas, se te abre el universo, ya sólo es elección tuya tomarlo o no. En mi caso, me gusta recorrer toda clase de terrenos y tener la habilidad de trabajarlos todos desde diferentes ángulos y géneros. He hecho teatro, series, melodramas, acción, y creo que en la medida en que uno se arriesga a tratar puntos neurálgicos que no has tocado anteriormente o que apenas descubres, enriqueces tu alma y tu capacidad de creación, además de que le estás dando una opción constante y distinta al público que te sigue.
Ésta no es la primera vez que te involucras en un proyecto que aborda el tema político, pues hace unos años participaste en Infames. ¿Te sientes atraído por este tipo de historias?
Es muy interesante trabajar la política porque al final de cuentas es como una máscara. En este género recurres bastante a ese trabajo de póker y debes esforzarte mucho para mostrar una cara y a la vez defender las intenciones o motivaciones reales del personaje. Eso lo vuelve un trabajo mucho más meticuloso, pues debe haber una historia y un constante pensamiento interno para que reflejes el interior y el exterior. La política implica mucho eso: ponerse y quitarse constantemente una máscara.
Como espectador, ¿te gusta ver estas tramas en la pantalla chica?
La verdad es que sí, siempre y cuando se deshaga la máscara, es decir, que se vea la problemática personal de cada personaje. Se pueden tocar estereotipos, pero es necesario para mí ver lo que lo impulsa, el motor que lo mueve, tocar ese lado personal y ese entorno privado que afecta su vida.
Disfrutas de hacer series, pero ¿qué te gusta más de ellas?
Así es, las disfruto mucho. En este momento lo que más gozo es poder detenerlas, dormirme y poder retomarlas al otro día, jajaja. Tener esa opción es muy grato, porque quién sabe, enfrentarte a una historia depende mucho de cómo te sientas en ese momento, entonces te tienes que dar la oportunidad de también poder parar.
Hace poco contabas que ibas a darte un respiro de unos meses para retomar tus estudios y cursar una maestría en Psicología, pero ¿qué pasaría si te hablaran para formar parte de un proyecto irrechazable?
De hecho ya pasó y fue hace muy poco, las tentaciones están a la orden del día. Me llegó una llamada en la que me hacían un ofrecimiento muy tentador y jugoso: se trataba de irme fuera del país, a otro en el que no he tenido la oportunidad de ir a trabajar, pero creo que cuando tienes el objetivo claro no debes dar marcha atrás. Deseo seguir en ese crecimiento personal y entrar en otro proceso como persona y profesional; quiero nutrir ambos aspectos. Siento que tenemos un camino trazado, a corto o largo plazo, y aunque constantemente te encuentras en el dilema de saber para dónde vas, tenía mi objetivo claro, asimilado, entendido, y estaba dispuesto a trabajar ese miedo de la incertidumbre. Tomé mi decisión y continúe mi camino.
Me da la impresión de que eres un hombre de gran convicción…
Así es, me considero un todoterreno. Aparte de ser muy convincente, quiero ser siempre muy consecuente conmigo. No me gusta buscar parámetros, ya que uno debe ser su propio parámetro y su propia competencia. Por eso me gusta pensar bien las cosas, tener la claridad suficiente para saber qué decisión estoy por tomar. De alguna manera siempre hay una variante, pero mi esencia se trata de estar alineado conmigo, con mi pensamiento, con lo que quiero, con lo que a mí también me enriquezca. Me apasiona involucrarme en algo desde un inicio, que tenga un punto de partida, que conlleve una responsabilidad y hasta un riesgo, que sea una aventura más.
Hablando de pasiones, hemos visto que una de ellas es el béisbol y todo lo que sucede en el campeonato mundial de ese deporte, ¿cierto?
Así es, jajaja. Todo lo que está pasando en este campeonato mundial creo que ha reafirmado mi amor por ese deporte, pero sobre todo por Puerto Rico, que en estos momentos está en un despertar social motivado por la opresión económica que hace que la gente se vea ante esa necesidad. Recientemente leí una noticia que decía que había un saldo cero en criminalidad durante lo que va del torneo, lo que es un reflejo de que el país está unido. Me llena de emoción ver ese despertar, la cobertura de todo lo que está sucediendo y ver que el deporte podría eliminar caminos descarrilados.
A pesar de estar lejos de tu tierra, siempre la llevas cerca…
Definitivamente. Puerto Rico siempre está cerca de mí, como también mi familia, mi madre y mi sobrino. Siempre es necesario tocar base, regresar a tu tierra y bañarte de ese mar, tirarte de espaldas siete veces y pedir tus deseos, un ritual que tenemos allá, pues el agua salada lo cura todo.
