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Estilo DF Weekend Nicole Kidman y Reese Witherspoon

por: Beatriz Lombana

Nicole Kidman & Reese Witherspoon y belleza despampanantes

 

LOS ÁNGELES.- Nicole Kidman y Reese Witherspoon admiten con deliberada franqueza que un bello rostro o una figura de infarto pueden ser todo en Hollywood, sin embargo, para ambas este hecho es irrelevante. Las dos mujeres saben lo que es abrirse paso en la industria del entretenimiento más importante del mundo y saborear las mieles del éxito sin necesidad de recurrir a sus atributos físicos, sino únicamente dejándose llevar por la apasionada devoción que mantienen hacia su profesión y su permanente anhelo de entretener al público. Formadas bajo esos preceptos, las ganadoras del Oscar a Mejor Actriz se acercaron a  Big Little Lies, ya que la nueva producción de HBO, que se estrena este domingo, no sólo les permitió satisfacer su vena profesional con un intenso thriller que se mueve sinuosamente entre el drama y el misterio, sino que además les brindó la oportunidad de dejar en claro que están preparadas para grandes roles frente y detrás de la cámara. Momentos antes de paralizar Hollywood Boulevard con su radiante belleza durante la alfombra roja de su nueva producción en el Teatro Chino Grauman, las mujeres hablaron con EstiloDF sobre qué las motivó a acoger este proyecto, en el que comparten créditos con Shailene Woodley, Laura Dern y Zoë Kravitz, como su primera coproducción. Con una actitud serena, las dos cruzadas de piernas y con la mirada ecuánime a pesar de saberse observadas, Nicole (NK) y Reese (RW) esbozan una sonrisa casi al unísono para un derroche de carisma mientras cada palabra que articulan es una reafirmación constante de que ambas son más que un par de despampanantes mujeres.

 

¿Qué las motivó a llevar la novela homónima de  Liane Moriarty a la pantalla chica?

RW: Leí el libro y desde el primer momento pensé que se trataba de algo alucinante, ya que desde el principio posee esta narrativa repleta de misterio. Me parece que se trata de una densa y compleja exploración de la experiencia que representan la maternidad y la amistad femenina; eso fue lo que me llevó a querer leer el guión y formar parte de esto.

NK: Es raro leer un texto que posea tantos personajes femeninos de gran complejidad; definitivamente eso se me hizo muy atractivo. Es una gran historia y sentíamos una especie de necesidad de hacer que más gente la conociera.

 

Ambas poseen sus propias compañías productoras, pero han externado su fascinación por los proyectos cinematográficos, entonces ¿a qué se debe que decidieran hacer una miniserie y no un largometraje?

NK: Se pensó en eso, fue un verdadero reto determinar qué formato empataría mejor con esta historia. Nos preguntamos en un primer momento si podíamos hacer una película, pero entendimos que lo mejor sería aterrizar el proyecto como una miniserie, pues se siente como el formato adecuado para este guión que es tan intrincado. El siguiente reto fue determinar cómo haríamos para que todos los elementos de la historia en general se acoplaran a los siete capítulos.

RW: Unimos fuerzas y las dos fuimos muy conscientes de que no se trataría de una película, así que ideamos toda una estrategia para saber de qué manera íbamos a trabajar. Siempre buscamos que nuestra integridad artística estuviera protegida, así que juntamos un gran equipo para que todo estuviera a la altura de nuestras expectativas.

Este proyecto posee un toque femenino bastante peculiar, no sólo porque lo estelarizan, sino porque también estuvieron involucradas desde su concepción, ¿será esto un reflejo de que las cosas están cambiando en Hollywood, donde ahora hay más libertades para que las mujeres asuman otros roles?

RW: Creo que se trata de una cosa muy interesante estar en el negocio desde hace mucho tiempo, soy actriz desde hace 25 años, y ser testigo de estos cambios. Con seguridad estamos en una época crucial donde las cosas están cambiando y las conversaciones también lo hacen. Las audiencias demandan contenidos diferentes, quieren verse a sí mismos reflejados en las historias, y no esta especie de abstracciones de ellos mismos. Quieren ver personajes diferentes unos de otros, diversidad de razas y de géneros, quizás esto ha influido para que así sea. Si está en nosotras hacer algo al respecto, así será.

 

¿Cómo fue trabajar entre ustedes?

RW: He sido testigo del trabajo y talento de Nicole, todos crecemos viendo a la gente que admiramos, como me pasó con ella, y ahora estar juntas es algo increíble. Creo que cuando los actores se juntan a tomar decisiones conscientes y producen algo, dan lugar a apasionadas historias. Es una cosa realmente maravillosa trabajar junto a ella, pero también junto a Shailene, Laura y Zoë, quienes contribuyen encarnando a sus personajes para brindarle mucha humanidad a este proyecto.

NK: Cuando trabajas con tus amigos todo fluye de manera natural, y eso es lo que me pasó con Reese, pues dejamos de ser simples colegas de profesión o compañeras de set.  Cada vez que decían corte, inmediatamente pasábamos a las conversaciones reales y a fortalecer esa química entre las dos. Lograr una química con tus compañeros de trabajo se trata sobre compartir mucho, y eso es precisamente lo que hicimos aquí: nuestras vidas personales se mezclaron con nuestras actuaciones. La relación de amigas que mantienen nuestros personajes es un reflejo de lo bien que nos llevamos; con seguridad somos diferentes a ellos, pero esa compenetración es totalmente real. Todo eso hacía que fuera grandioso ir al set y no sentir que era una obligación de trabajo.

 

En el show son palpables los prejuicios latentes entre algunos personajes, ¿ustedes han lidiado con algo así en Hollywood?

RW: ¿Bromeas? Eso no pasa aquí, jajaja. Hablando en serio, claro que lo hemos vivido, pero creo que en mi caso conforme fui creciendo fui siendo más insensible a este tipo de cosas. Realmente me molestaba cuando era más joven, me decían que no podía ser esto o hacer aquello, pero ahora soy muy diferente. No digo que no sea vulnerable, de hecho siento que soy muy vulnerable, pero ahora tengo 40 años y no me importa lo que los demás piensen, esto es lo que tengo y esto es lo que hago; aprendí a no dejarme llevar por los estereotipos, a no modificar algo sólo por darle gusto a alguien.

NK: Seguro, pero considero que va más allá del lugar. Al respecto creo que la manera en que lidias o manejas esto es no dejarte llevar por lo que dicen los demás y no promoviendo este tipo de cosas. Trato de enseñarles siempre a mis hijos a no juzgar y no ser esa clase de personas que tienden a decir qué está bien y qué no. Creo que es vital fomentar la empatía y saber que existen muchas formas de pensar y de ser, todo esto radica en tener la mente abierta y en ser generoso.

 

La serie aborda diferentes situaciones que van desde el acoso, la violencia en las relaciones de pareja y el modo de vida que rodea a muchas mujeres, ¿consideraron dar un mensaje al respecto?

NK: Creo que en realidad no existe un mensaje. Nunca me he enfocado en decirle a la gente qué deben sentir y cómo deben reaccionar. No estoy segura, pero definitivamente  Big Little Lies  creará conversación y los televidentes serán quienes decidan qué quieren tomar. Algunas personas con seguridad se identificarán con cierto aspecto en particular de la serie, más que con otros, pero ojalá que todos creen discusión. La esencia de esto es la amistad femenina, los dilemas a los que se enfrentan, su camaradería y el poder de las mujeres cuando están unidas y cómo se protegen unas a otras.

 

La serie deja al descubierto la complejidad que representa ser madre en estos días al mostrar algunos de los conflictos a los que se enfrentan como el bullying, ¿su experiencia como madres les ayudó a abordar mejor estas situaciones?

RW: No sé si mucho. El tema del abuso es una de esas cosas de las que no puedes anticipar una reacción. Cuando tu chico es abusado o acusado de hacer algo, simplemente te desconoces. En mi caso, cuando me dicen que mis chicos pudieron haber hecho trampa en clase o sospechan que pueden estar mintiendo sobre algo, trato de luchar para encontrar la verdad y defender a mi hijo, pero me enojo demasiado y ni siquiera sé que está dentro de mí. Creo que una de las cosas más destacadas de este show es que tienes que afrontar una verdad dolorosa: uno no sabe quiénes son realmente sus chicos y cuáles son sus motivaciones para hacer o no hacer algo.

NK: Sin duda es complicado abordar estas cosas, pues nadie te prepara para ello. El bullying es uno de los problemas más comunes en la actualidad y uno de los que más trabajo cuesta hablar. Considero que nuestro objetivo principal es entretener, pero ojalá que también pongamos a la gente a pensar.

 

¿Existió algo con lo que se identificaron?

RW: Definitivamente creo que fue el asunto de la maternidad. Ambas somos madres, y compartir experiencias al respecto fue muy divertido, pero sobre todo enriquecedor.

NK: Estoy de acuerdo. Las dos sentíamos que en esta parte hubo una conexión casi inmediata. Cuando se abordaban temas como el bullying definitivamente veíamos las situaciones desde la misma perspectiva.

 

Todas llevan una carga dramática bastante intensa, pero tú, Nicole, protagonizas junto a Alexander Skarsgård, quien interpreta al esposo de tu personaje algunas de las escenas más fuertes, ¿cómo fue materializar esto en pantalla?

NK: Fueron escenas realmente duras, me iba muy mal a casa después de rodar algunas de ellas, e inclusive llegaba a llorar. Sin embargo, no tuve reparo en hacerlas y llevar ciertas escenas al límite, pues quería que se viera un trabajo auténtico, con la misma carga emocional que desataría el presenciar algo así de perturbador en la vida real.

 

¿Por qué a pesar de estar contextualizado en un ambiente bastante específico (mujeres de alto nivel adquisitivo en una zona exclusiva de California), el argumento de Big Little Lies podría conectar con las audiencias de otros países?

NK: Creo que se trata de algo global; cuando vas más allá te das cuenta de que se trata de mujeres. La historia original está enfocada en un grupo de mujeres en Australia, y la serie ocurre en la localidad de Monterrey, California. La razón por la que estos problemas se adecuan a cualquier contexto es porque se trata de problemáticas comunes y que nos pasan a muchas mujeres.  Basada en la novela homónima de Liane Moriarty, la trama dirigida por Jean-Marc Vallée (nominado al Oscar) y escrita por David E. Kelley (multiganador del Emmy) se enfoca en Celeste (Kidman) y Madeline (Witherspoon), un par de madres de familia que se enfrentan a diversos problemas personales y morales a pesar de que aparentemente viven una vida perfecta en Monterrey, California. La llegada de Jane (Woodley) y su hijo a la localidad desencadenará una ola de eventualidades que las llevarán a enredar sus vidas hasta el punto más álgido.

 

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