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Brandon y Alessia, lo derrite la paternidad

por: Elena Del Castillo

Aunque muy significativo por el amor que le profesa a su padre, Brandon Peniche admite que el Día del Padre adquirió un nuevo valor desde que la pequeña Alessia llegó a su vida. Para el actor y conductor la paternidad trajo una revolución total a su vida, pero no sólo porque sus prioridades se reorganizaron por completo, sino porque ahora entiende el esfuerzo y la responsabilidad que implica criar y ser el ejemplo de un nuevo ser.

Apenas un par de minutos transcurren desde que ha dejado a Alessia en los brazos de Kristal Cid, su esposa, sin embargo, Brandon no parece dispuesto a perderse ni el más mínimo detalle de lo que acontece alrededor de su pequeña. La mirada se le humedece, pero su voz exhala orgullo y satisfacción mientras se deshace en adjetivos para describir a su hija y arma frases que detallan esta nueva etapa que experimenta. “Es irreal, la vida te cambia por completo”, repite Peniche una y otra vez, mientras enumera los momentos más significativos que ha vivido desde que se convirtió en padre en diciembre del año pasado.

Unos meses bastaron para darse cuenta que jugar con ella, bañarla o darle un beso antes de salir de casa son los rituales que más le apasionan. Pero aunque disfruta el momento y ver a su hija crecer, el conductor de Venga la Alegría y Mexicana Universal no tiene reparo en imaginarse junto a Alessia tocando el piano, enseñándole a esquiar en la nieve o simplemente apoyándola a alcanzar sus sueños. Antes de que papá e hija protagonicen esta sesión fotográfica, Brandon profundiza en la relación con su pequeña y especialmente en las razones que lo hacen querer dar siempre la mejor versión de sí mismo, pues como bien dice, “es una ilusión ser padre, pero también querer hacerlo bien”.

A punto de vivir tu primer Día del Padre, ¿qué pasa por tu cabeza?

Dice el dicho que “madre sólo hay una”, pero muchas veces dejamos de lado a los papás y todo su esfuerzo, sus desvelos y lo que sacrifican por uno. Conforme creces te das cuenta de las cosas, pero cuando te llega el momento de ser papá, obviamente entiendes todo y el porqué de las cosas. Eso es lo que se me viene a la mente de entrada. Además, es un año muy importante para mí porque puedo decir que ser padre es lo mejor que me ha pasado en la vida. La verdad es que Kris y yo lo buscábamos (convertirse en padres) y gracias a Dios, como siempre lo digo, se dieron las cosas cómo, cuándo y dónde quisimos. Me encanta saber que este día tan especial lo voy a festejar en familia, con mi hija y, por supuesto, con mi papá.

 

La llegada de tu hija era algo que anhelabas, pero cuando nació, ¿tus expectativas se cumplieron?

Definitivamente se superaron. Uno no sabe cómo son las cosas hasta que ya eres papá. La vida te cambia 180 grados, pero para bien. A lo que voy es que se trata de un cambio radical de vida, pero las cosas no te toman tan desprevenido porque aquí no hubo nada de “es que yo no quería esto o no quería dejar de hacer lo otro”. Obviamente tienes que transformar muchas cosas de ti y de tu vida para la bebé, pero cuando estás consciente de todo lo que implica, la recompensa es irreal. Los desvelos, el cambiarle el pañal, bañarla, es lo más sensacional que puedo experimentar.

Con una carrera tan demandante como la tuya, ¿cómo ha sido acoplarse a este nuevo estilo de vida?

Dios me acomodó las cosas de manera increíble y estoy muy agradecido con él. Este año empecé de lleno mi faceta como conductor y eso me ha permitido estar con mi bebé, porque trabajo en las mañanas y salgo relativamente temprano para pasar tiempo a su lado. Siempre lo quise así, porque no quería sacrificar cosas que a lo mejor mi padre sí tuvo que hacerlo por trabajo. No quería que los temas laborales pesaran más, no lo concebía, y gracias a Dios se me dio la oportunidad de estar con ella, de ver sus primeras carcajadas, cómo aprendió a sentarse o que ya quiere caminar, porque todas esas cosas no me las quiero perder.

Mencionas que la vida te da un giro radical, ¿en qué sentido?

Cuando no sabemos el porqué de las cosas, cuestionamos y señalamos muchas situaciones que los papás hacen. Conforme pasa el tiempo, ya sea por el trabajo o por el hecho de verme en esta faceta, entiendo sus motivos y valoro cada uno de sus sacrificios. Ahora que soy papá me parece que esto se trata de agarrar lo que te convenga y no hacer ni tomar aquello que no. Eso es bonito, porque en vista de que nadie tiene la fórmula para ser padre, te toca ir aprendiendo. Obvio que también tienes cosas muy bellas que inculcar y que te enseñan en casa, como en mi caso el amor o la unión de mi familia y que nos hace decirnos “te amo” en cada oportunidad que tenemos, y que me gustaría enseñarle a ella. Cada quien educa a sus pequeños conforme fue educado y como sueña, porque también es una ilusión tener un hijo, verlo crecer y saber si lo haces bien.

Dicen que uno enseña lo que trae de casa, pero ¿le pides consejo a tu papá sobre cómo criar a Alessia?

Nos tocó vivir diferentes épocas y circunstancias, entonces para educar a mi hija no pido consejo. Lo que sí pido son sugerencias para saber cómo darle la mamila, cómo bañarla, cosas así, pero educarlos creo que depende de cada uno. Me parece también que tiene mucho que ver la personalidad de los nenes. Mi hija, por ejemplo, es a todo dar: se va con todo mundo, se la pasa riendo y no llora nunca, pero no todos son así. Tengo amigas que me dicen: “Tranquilo, no te acostumbres y espérate a ver cómo te va con el segundo hijo”, jajaja.

¿Cómo es la relación con tu bebé y cómo son los espacios que tienen ambos?

Es irreal, hay gente que cuando está con sus bebés no para de hablar con ellos y hasta puedes pensar: “Ay, ya que se calle, por favor”, pero cuando tienes al tuyo, haces exactamente lo mismo y lo comprendes, jajaja. Y es que son un pedacito de ti, y juntos van aprendiendo y descubriendo cosas. A mí me encanta jugar con ella, es súper cosquilluda, entonces me gusta hacerla reír porque adoro sus carcajadas, pero también amo bañarla, cambiarla y darle la mamila. Me levanto a las cinco y media de la mañana para ir a trabajar, pero antes de irme nunca dejo de ir a verla y darle un beso. Esos rituales los amo.

¿Qué has aprendido de ti en esta nueva faceta como papá?

Que ella detona las fibras más sensibles que hay en mí. Es algo que no puedo explicar, pero la veo haciendo lo que sea y me dan ganas de llorar.

¿Te gusta echar a volar la imaginación con ella?

Soy una persona que vive de ilusiones, eso es bueno y a la vez malo porque te das muchos topes, pero desde que supe que iba a ser papá, ya lo hacía. Cuando Kris estaba embarazada me llenaba de ilusión el hecho de que iba a ser papá, pero no me enamoré de mi hija así de la nada. No, más bien te vas enamorando y te vas descubriendo, porque también es algo totalmente diferente, pues se trata de un sentimiento que antes no habías experimentando. Me veo haciendo muchas cosas con ella. Muero por llevarla a la nieve y enseñarle a esquiar, muero por jugar con ella en la alberca o estar juntos en la arena haciendo castillos y cosas así. Ah, y muero hasta porque me disfrace de princesa con ella, jajaja.

¿Te imaginabas cómo sería Alessia? Siempre imaginé que Alessia iba a ser tal cual es, y decía: “Se tiene que parecer a mí, pero tiene que tener los ojos de Kristal, pero que sean de mi color”, y me salió así como la describía. La había soñado y le conté a Kris con lujo de detalle, y ahora que la vemos seguimos sin creerlo. Hay hombres que sueñan con un niño o una niña, ¿tú eres de esos papás? Sí, y lo mejor es que yo quería una niña porque, uno, las niñas son de los papás, y dos, los niños son de las mamás, y más tarde de sus parejas. Creo que las nenas siempre se quedan en casa, incluso aunque quieran invitar al novio, no le hace que lo lleven a la casa.

Esto no es una ley, porque yo soy muy apegado a mi mamá y trato de procurarla mucho, pero lo veo con mis amigos y con la mayoría de los hombres. Kristal quería nenes, pero creo que cuando vio eso, también la puse a pensar en todo esto y está muy contenta de que haya sido nena. Te notas muy satisfecho con esta nueva etapa en tu vida, ¿te gustaría agrandar la familia? Sí, y lo tengo clarísimo: me gustaría tener dos niñas y, si es posible, un niño. Me gusta mucho la idea de tener niñas porque también detonan la parte más sensible de un hombre. Los nenes son de jugar luchitas y son algo pesados, pero ellas son toda ternura, eso me atrapa.

¿Qué aspiras lograr como padre de Alessia? Sueño mucho con apoyarla en lo que ella quiera. Por ejemplo, si el día de mañana quiere ser actriz, la apoyaría a fondo y no dudaría en hacer lo posible para mandarla a la mejor escuela de actuación del mundo para que sea la mejor en lo que hace. En realidad no me importa si ella quiere ser actriz, músico o lo que sea, siempre la voy a apoyar incondicionalmente, eso sí, voy a exigirle mucho que sea dedicada, pues considero que la disciplina es la clave para lograr grandes cosas.

¿Y piensas en el sacrificio que implica este objetivo? El sacrificio te toca en lo que tú quieras vivir. Éste también puede estar condicionado a las circunstancias que te presente la vida, como dejar a tu familia porque tienes que trabajar en otro lugar. Creo en el destino, pero también considero que lo puedes formar. Atraviesas un buen momento en esta nueva faceta como conductor, ¿seguirás por este camino? Claro, sigo de lleno en Venga la Alegría, pero empecé Mexicana Universal, el certamen de belleza donde se elige a la mujer que nos representará en Miss Universo, entonces con eso tengo por ahora, jajaja.

La verdad es que estoy muy contento con esto porque este año tengo como meta dedicarme a la conducción, por lo que me sigo preparando. Estoy en clases de inglés y de conducción para perfeccionar esta parte y que esta faceta sea una opción en mi carrera. Quiero ser un actor y un conductor en toda la extensión de la palabra, y no alguien improvisado. Estoy agradecido por cómo se han dado las cosas, pero siento que fue algo muy abrupto. Por eso fijé ciertas condiciones antes de aceptar esta faceta, porque no lo quiero hacer mal. ¿Lo hago? Va, pero quiero aprender también sobre la marcha, porque es muy complicado y respeto mucho a mis colegas que lo hacen.

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