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Diego Luna, actúa para dirigir

por: Rodrigo Araiza

 

Estrena Mr. Pig, su nueva cinta como director

Diego Luna, en su faceta de cineasta, se preocupa no sólo por llevar a la pantalla grande temas de su interés, sino de trascendencia general, y aunque a veces invierta más de lo que gana, no le impide seguir su vocación de director. “Yo no vivo de dirigir, sino de actuar, por eso no he generado un oficio en la dirección; aquí los proyectos me cuestan, acabo pidiendo favores o vendiendo mi coche”, acepta el charolastra, quien precisa que “ya es hora de hacer algo junto a Gael, ya pasó un buen tiempo desde Rudo y cursi”.

El actor de Y tu mamá también expresa que “no porque filmaste en México y esté en español vamos a apoyar la película, no, la película tiene que estar buena, no es un acto de altruismo”. Por lo tanto, Diego se preocupa por cada uno de los detalles de sus cintas, tal es el caso de Mr. Pig, película protagonizada por Danny Glover y que estrena este fin de semana en las salas mexicanas.

¿Cuál era tu idea con Mr. Pig cuando la empezaste a crear?

Se trataba menos de la relación padre e hija, y la primera idea que me parecía divertida era hablar sobre migración, plantear la historia de un estadounidense que quiere buscar al sur de su frontera una mejor realidad para su ser más querido, hasta el punto que decide meterlo de forma ilegal. ¿Qué pasa si la historia fuera al revés?, ¿qué sucede si un estadounidense no encuentra esa libertad y está dispuesto a arriesgarse?, sólo que en este caso el ser querido es un cerdo.

¿Por qué Danny Glover?

No pensé en él, la directora del casting me lo recomendó. Yo no había pensado en un hombre afroamericano, mi personaje era más parecido a mi papá, y esa propuesta me hizo salirme de esa burbuja donde estaba de que todo tenía que ver conmigo, y de repente encontrar el personaje en Danny fue muy rico; me senté a platicar con él, le interesó el guión, me empezó a contar su relación con su abuelo y cómo era súper cariñoso con sus animales, pero no con sus nietos.

Hacer una road movie es un riesgo; en este aspecto y durante el rodaje de Mr. Pig, ¿todo lo que pudo salir mal, salió mal?

Lo bonito de esta película es que como íbamos filmando en orden, todo se volvía parte de la cinta; si de repente algo no funcionaba, había que solucionar de manera inmediata; había una lógica porque el camino lo hicimos como lo tendría que hacer el personaje.

¿Cómo definirías el tipo de cine que te gusta hacer?

Trato de no encasillarme. Si ves, las cuatro películas que he hecho, aun cuando tienen un tema recurrente -las historias entre padres e hijos-, el formato, el lenguaje visual, incluso el tono, busco que cambien radicalmente; trato de encontrar el humor todo el tiempo, y lo uso para comunicarme, para exorcizar los temas que quiero tratar; la risa es un buen vehículo para hablar de temas fuertes. En Mr. Pig buscaba hacer una road movie donde el viaje me dejara ir descubriendo mi película en el camino, y pues hablar de temas que para mí son personales. En este caso, por el momento de mi vida en el que estoy, hablar sobre la relación entre padres e hijos, pero una relación más madura; ahora estoy más preocupado por la experiencia de mi padre, ahora que soy papá entiendo muchas cosas sobre el mío. El tema central es una segunda oportunidad que tiene una hija para reconectar con su progenitor; es una declaración de amor a nuestros padres.

Además, a través de tu padre conociste a tu madre…

Pues sí, porque mi mamá murió cuando yo tenía dos años, entonces la madre que tengo en mi cabeza es la que mi papá sembró en mí, el recuerdo que tenía mi padre, el amor por ella, eso me hace sentir presente a mi madre.

¿Cómo se lleva tu parte de director con tu faceta de actor?

No me gusta la idea de hacerlo en el mismo proyecto, creo que son partes distintas de tu cerebro las que necesitas para cada una; todo lo que he aprendido como actor me sirve mucho para dirigir, pero para hacerlo necesitas echarte un pasito para atrás, tener una perspectiva distinta; no necesitas estar tan adentro porque te terminas confundiendo, y como director no me contrataría como actor.

¿De qué manera influyó tu padre en tu vocación de actor?

En todos los sentidos mi papá fue la razón por la cual yo empecé a interesarme por este mundo; el chance de convivir con él, que no es actor, me sensibilizó sobre todo el proceso que hay detrás de una puesta en escena o de una película. Uno tiende a idealizar a los actores porque son quienes dan la cara, pero hay un equipo de trabajo detrás que diseña, crea, sueña con estas historias. Recuerdo que mi papá iluminaba y siempre necesitaba a alguien que caminara la obra, que se parara en el lugar del actor; yo veía los ensayos y me aprendía esos movimientos.

¿Pensaste en dedicarte a algo distinto?

Nunca, como muchos, en algún momento soñé con ser futbolista, pero rápidamente me di cuenta que no tenía las aptitudes ni el talento para hacerlo. Nunca me planteé otra cosa, ahora me lo planteo más, ahora quiero ser cocinero, abrir mi restaurante y atender a la gente.

¿Y de dónde sale la inquietud del restaurante?

A partir de mi amor por comer; me encanta lo que se genera alrededor de la comida, me fascina la sobremesa; la mesa es un encuentro social bien fregón porque te obliga a carearte con el que tienes enfrente.

¿Hay similitudes entre la cocina y el cine?

Es otro tipo de expresión; la comida también son historias, lo que comes tiene una historia, y eso lo hace especial, tiene una preparación. Y en el cine es un poco lo mismo: apagan las luces en un lugar, cuentan una historia y luego se prenden; lo más rico de ir al cine es discutir después lo que viste.

¿Te gusta cocinar?

Sí, cocino mucho. También tener hijos tiene que ver, de alguna forma una de las primeras cosas que debes enseñarles es a comer, y a disfrutar y respetar la comida, y también saber qué estás comiendo. Son los mejores comensales, no han probado nada, son terreno virgen; compartir la cocina con mis hijos me da una sensación de hogar.

Para hablar de cine mexicano es necesario referirse a sus protagonistas y tú eres uno de ellos, pero ¿te sientes orgulloso de todos tus proyectos?

No, no, no, no, no. No de todos, sería una gran mentira decir que me siento orgulloso de todo lo que he hecho, pero todo lo que he hecho me ha servido para estar donde estoy; generalmente de los proyectos más difíciles o menos afortunados es cuando más aprendes, cuando más creces, cuando más te confrontas con tus errores. Estoy muy orgulloso del lugar en el que estoy ahorita, por ende, no me arrepiento de lo que he hecho para llegar a donde estoy, pero sí tengo claro qué cosas ya no haría.

¿Una de esas cosas que no harías es volver a las telenovelas?

No sé, tengo un problema con el formato de la telenovela, que no con la televisión: me parece que la carga de trabajo que tienen las telenovelas complica mucho el ser detallista en un proceso creativo. Cuando haces cine o series y cuando tienes dos meses para filmar una historia que va a durar dos horas, y te mueves a un formato de una hora o dos al día de tiempo efectivo, el chance que tienes de hacer un proceso reflexivo y detallista es menor. Lo que tengo claro es que no trabajaría con una presión de ese tamaño encima.

Mucha gente dice que por ser Diego Luna se te abren las puertas fácilmente, ¿es así?

Sí, totalmente; hoy en día, claro que se me abren las puertas fácilmente, pero llevo 30 años trabajando en esto y un chorro de proyectos muy desafortunados que tuvieron pérdidas y me hicieron aprender. Hoy estoy en donde estoy por lo que he hecho, nadie me lo ha regalado. Hoy tengo la libertad plena de contar la historia que se me antoje, tengo la suerte de que un distribuidor decida que esta película se deba ver; todo me pasa por lo que he hecho y tengo que sentirme afortunado.

¿Y qué problema ves en el cine mexicano?

El problema que veo en México, y no es exclusivo de la industria cinematográfica, es que no vivimos del mercado, no tenemos una industria sana donde el cine viva de los boletos que vende; el cine vive de las subvenciones, de los fondos, incentivos fiscales, y qué pasa, que eso alimenta mucho el proceso de producción, pero ahí se muere; hay recursos para filmar películas y ya.

¿Consideras que el cine es un elemento de denuncia?

Todo el arte puede ser una herramienta de denuncia; el momento en el que te expones a un público, en el instante que deja de ser una reflexión tuya en tu sala de trabajo y la compartes con otros, puede ser una herramienta de denuncia. El cine lo primero que debe lograr es entretener, hoy cada vez es más difícil que la gente le ponga atención a lo que quieres. Pero si vas a dedicarle dos o tres años de tu vida a un proyecto, pues más te vale que hables de cosas que te importan y te preocupan. Pero no es una obligación del cine denunciar.

Cuando haces cine, ¿piensas en esto o también en la taquilla?

Sería muy ingenuo de mi parte decir que lo puedes planear, creo en la honestidad de los proyectos y en que si de verdad hay un interés profundo de tu parte en contar una historia, afuera habrá un interés por escucharla. Les¡ tengo mucho miedo a los proyectos que buscan complacer al público; las historias sí tienen un contexto, un porqué, sí pertenecen a un espacio y tiempo y, por ende, eso te dicta la lógica de tu proyecto. Y si eres congruente con eso, el proyecto puede tener una resonancia fuerte.

¿Qué tema te gustaría tratar en tu siguiente película?

El cinismo de los políticos de este país; quiero hacer una película sobre eso, es increíble cómo el discurso se mantiene a pesar de que la nave se sigue hundiendo.

Estás en la película Star Wars: Rogue One que se estrenará en diciembre próximo, ¿qué nos puedes decir al respecto?

No puedo hablar de esa película porque si no todo el mundo sólo querría hablar de eso; es increíble cómo este tipo de cintas acaparan la atención de todos, incluso la mía. Tengo que borrar una parte de mi memoria y fingir que no me acuerdo de nada, pero puedo decir que fue una gran experiencia el rodaje, estuve en Londres seis meses.

CUESTIÓN DE ESTILO

Nombre: Diego Dionisio Luna Alexander

Filmografía: Rafita (cortos animados), Abel, J. C. Chávez, César Chávez

Cineastas de referencia: Wes Anderson, Terry Gilliam, David Lynch, Alexander Payne, Alfonso Cuarón

Por cuál director le gustaría ser dirigido: Los hermanos Coen

FRASES

“El tema central es una segunda oportunidad que tiene una hija para reconectar con su progenitor; es una declaración de amor a nuestros padres”

“… sería una gran mentira decir que me siento orgulloso de todo lo que he hecho, pero todo lo que he hecho me ha servido para estar donde estoy”

“El cinismo de los políticos de este país; quiero hacer una película sobre eso, es increíble cómo el discurso se mantiene a pesar de que la nave se sigue hundiendo”

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