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Estilo DF Weekend Natalia Lafurcade

por: Soraya Villanueva

Muestra su esencia .

Al pensar en Natalia Lafourcade no podemos descartar la imagen de esa jovencita que con su guitarra en mano y dos coletas llegó a la industria musical a conquistarnos con un estilo visual y musical muy distinto al de ahora. Hoy, a casi 15 años de haber lanzado por primera vez el sencillo “Busca un problema”, la pequeña mujer de grandes sentimientos nos comparte sus Musas, y abre el corazón a una etapa más madura, en la que resaltar los valores mexicanos ante la situación que se vive en el país, es su prioridad. Sentada en la silla de una casona, sin una gota de maquillaje y con ojos adormilados que despertaban en cada risa y suspiro, la artista que recientemente ha sido elogiada por su anterior álbum, Hasta la raíz, reconoció haber tomado conciencia de lo que es la música en su carrera gracias al homenaje que le rindió al compositor Agustín Lara. “Tú sí sabes quererme” es el nuevo rostro de Natalia que surgió en un hotel junto al mar, en el que el desamor ha quedado de lado, dando paso a un amor correspondido, totalmente opuesto al que figura en sus temas “Lo que construimos” y “Nunca es suficiente”. Con un look lleno de folclor y al lado de Los Macorinos, la cantante agradece y homenajea a los artistas que la han inspirado, al cantar y componer para ellos. De su mayor incertidumbre, del porqué su disco Hasta la raíz ha tenido gran éxito, de sus 15 años en la música, de su deseo de ser madre y de la creación de su reciente material discográfico, Musas, habla Natalia en entrevista con EstiloDF.

 

El álbum Hasta la raíz ha sido catalogado como uno de los mejores en tu carrera, ¿Musas es un reto para superar tu trabajo anterior?

Sí, buscaba tener composiciones inéditas para este proyecto. Implicó un reto bonito como compositora porque estaba trabajando canciones que tuvieran una esencia de folclor latinoamericano muy fuerte. Tenía ganas de tener mis propias canciones, y también seguir jugando con los compositores con los que ya había trabajado.

 

Hasta la raíz es un disco lleno de dolor, y el primer sencillo de tu reciente trabajo, “Tú sí sabes quererme”, es todo lo contrario, ¿qué buscas reflejar en este nuevo proyecto?

Es una canción que habla del amor, y la compuse en un hotel que está en Los Cabos mientras estaba ahí dando un concierto acústico. Quería componer acerca del amor que le tengo a mi pareja, ese amor valiente en el que encuentras esa compañía que te sienta bien y te hace ser una mejor persona. Esa idea estuvo durante semanas en mi cabeza. No sabía cómo hacer una canción directa a quien amo, tenía mucho tiempo que no componía un tema de amor así de directo. El disco Hasta la raíz es más desamor, renacer, y amor en otro enfoque. “Tú sí sabes quererme” es directamente

«La música es importante porque es una manera de sanarnos. Tiene un poder de sanación y de llevarnos hacia otras dimensiones; tiene la magia y fuerza para colocarnos en otro lugar y al mismo tiempo hacernos presentes» 

 

El tema contiene sonidos mexicanos y del folclor latinoamericano, ¿te atreverías a decir que Musas es un capricho que cumples, algo que necesitabas en tu carrera?

Sí, lo considero como un capricho musical. Empezó como un proyecto o serie de canciones que junté de los compositores que admiro, con las ganas de acercarme a la música. Curiosamente, aunque estaba tocando el disco Hasta la raíz y estaba girando por todos lados, me sentía lejos de la música. Necesitaba la música en la sala de mi casa de una manera más hogareña, no tan formal como puede llegar a tornarse en el momento que estás en los tours y giras. Musas tiene esta necesidad de estudiar el folclor mexicano y latinoamericano, porque me obsesioné buscando y encontrando cosas tan lindas e infinitas; ahora sé que puedo pasar muchos años en esa búsqueda. Son canciones muy profundas que tienen raíces poderosas al hablar de nuestra tierra e historia.

 

¿Por qué y cómo decidiste trabajar junto a Los Macorinos para este álbum?

A Los Macorinos los conocí hace muchos años tocando, y tuve oportunidad de coincidir en una gira donde tocamos juntos. Desde ahí me di cuenta que quería trabajar con ellos en algún momento, y elegí el año pasado para hacerlo. Dije: “Voy a regalarme para mí, no para nadie más; es momento de llegar a mi casa y poder tener música otra vez con acústicos y micrófonos sin el estrés de un ensayo y tours”. Comenzamos a hacer la curaduría de los temas y poco a poco el proyecto tomó fuerza. Cuando los integrantes de mi equipo de trabajo escucharon lo que había hecho, dijeron que debía grabarlo este año, y ahora estamos acá. Han llegado más rápido de lo que esperaba mi nuevo proyecto y ciclo musical. Cerré ciclo en el Metropólitan con Hasta la raíz, y está sucediendo algo que nunca había pasado en mi carrera: cerrar abriendo un ciclo; se me están juntando los dos momentos.

«Musas me acercó más que nunca a mi tierra, a mi país. Les compuse canciones a Veracruz, a México y a la muerte»

 

Si escuchamos el tema “En el 2000”, es muy distinta a tu trabajo actual, ¿en qué momento tomas conciencia de lo que hacías musicalmente y decides generar el cambio en tu carrera?

Hace mucho empecé a ver la música de otra manera. Desde que inicié con lo de Agustín Lara hubo un parteaguas en mi manera de trabajar con la música, y con el paso del tiempo me he dado cuenta de lo mucho que me gusta cantarle a lo que somos nosotros. Sin duda las letras de Lara cambiaron mi manera de acercarme a la música, de cómo me paro en el escenario, cómo canto y dedico una canción. La música empezó a tomar una fuerza de rituales constantes y ahora lo vivo así. Vivo de una manera muy profunda y bonita, que me gusta compartir con la gente. Ahora más que nunca en mi vida me estoy disfrutando, y eso es algo bien heavy y difícil de encontrar. El tener tu propia voz e identidad no es sencillo. Me costó mucho trabajo encontrarlas, pero ya siento que de unos años para acá estoy nadando en esas aguas donde hay transparencia y situaciones que vienen de lo profundo del alma.

 

Estás cercana a cumplir 15 años de trayectoria, ¿cómo te gustaría celebrarlo?

Eso me ha hecho reflexionar mucho sobre mis viejos años. Ahora estoy viendo qué me voy a inventar para celebrar, porque ya no sé cómo lo voy a hacer ahora con un disco nuevo en medio. Voltear al pasado es bonito, y me da ternura verme a mí misma en una búsqueda en la que he encontrado musicalmente a gente linda.

¿Era importante para ti retomar el folclor mexicano en un contexto donde a diario se viven situaciones difíciles en el país?

La música es importante porque es una manera de sanarnos. Tiene un poder de sanación y de llevarnos hacia otras dimensiones; tiene la magia y fuerza para colocarnos en otro lugar y al mismo tiempo hacernos presentes. La música tiene muchas formas de presentarse: desde una manera muy alegre que te hace bailar, olvidar las penas y sentir felicidad, hasta la capacidad de conectarte con lo inexplicable. Los sonidos abren los sentidos, el corazón y el alma, y te hacen ser más humano. Curiosamente en este tiempo fuerte por el que pasamos estoy trabajando un disco, que justamente lo que ocasiona es que nos involucremos más con México. Musas me acercó más que nunca a mi tierra, a mi país. Les compuse canciones a Veracruz, a México y a la muerte. Tiene temas de compositores que le cantaban a la naturaleza de Latinoamérica. Las metáforas van muy relacionadas con lo que es nuestra belleza. Es momento de creer en nosotros. Siento que tenemos una oportunidad enorme de crecer y decir vamos a hacer cosas hermosas con lo nuestro porque tenemos todo. Mi disco está relacionado con resaltar nuestra personalidad, belleza e identidad como mexicanos.

 

Tu gira de Hasta la raíz la tuviste que suspender un poco por problemas de salud, ¿cómo te sientes anímicamente?

Bien, estoy bien. Muy cansada porque no hemos parado de hacer cosas, pero súper feliz. En algún momento del año comencé a meditar y encontré ahí la solución a mis problemas. Ahora me siento bastante bien, aprendí que debo hacer un equilibro en mi vida, en mi trabajo y vida personal para poder tener salud y bienestar. Ahora estoy bien concentrada en todo: en mi cuerpo, mi alimentación, mi espiritualidad, y trato de ser disciplinada con todo.

«Me gustaría ser mamá. Ya empieza un poco a patear en mi corazón el hacer me mamá, aunque existe tal vez en mí la incertidumbre de si seré buena madre o no, porque vivo tan en mi mundo”

Musas tiene sonidos más acústicos y tranquilos, ¿cuál es el impacto que esperas lograr en tu público con estas canciones?

Espero que se conecten con lo mismo que yo me conecté a la hora de escribir. Espero que cada tema les genere una emoción y los marqué; espero que les cause un cambio y les dé un apapacho. Uno de mis manifiestos es que quería hacer un disco que sonara a madera humana y no hubiera ningún instrumento conectado o sintetizador, por ello me fui más por la línea orgánica y acústica. Espero que a la gente le dé ese calor con el que fue credo. Pensé en un disco que puedan poner cuando llegan del tráfico, del trabajo y de la locura para que se den tiempo de respirar. Quiero que la gente incluso pueda poner el disco antes de dormir, y si se queda dormida, pues mejor, no importa que alguien se quede dormido al escucharlo. Es un disco para aterrizar y bajar todo el rush que vivimos en esta ciudad y en este mundo.

 

Hasta la raíz tuvo muy buenas críticas, ¿es el mejor álbum de tu carrera?

Es un disco que sostiene muy bien ese momento de mi vida. Logró materializar y transformar una época de mucho dolor de mi existencia: fue el caso de la pérdida de una persona que adoraba. Hasta la raíz es una transición de ese momento de dolor a una conexión muy fuerte conmigo. Ese momento me hizo encontrarme y fortalecer ciertos aspectos que yo necesitaba hallar. Todo se transformó en música, esa etapa de mi vida se materializó y se volvió muy poderosa. En los conciertos me di cuenta que todos vivimos procesos similares, por ello se identificaron con lo que escribí, y ha tenido gran impacto. El que la gente conecte con mis emociones es el mejor premio, para eso hago música. Afortunadamente la gente se sintió identificada y eso me dio chance de lograr mucho con Hasta la raíz.

 

¿Es difícil mantener tu libertad para componer?

No, no lo es. Es complicado encontrar la inspiración porque Hasta la raíz lo compuse entre viajes, conciertos y en medio de todo. Y Musas lo terminé en la misma circunstancia: en aeropuertos, camiones, hoteles y camerinos. Para mí ha sido difícil darme cuenta y dimensionar que mi momento ya no es como era hace unos años, y que han cambiado las cosas para mí. Todo se ha vuelto más apretado y es más inmediato y efímero a la vez, eso me ha costado. El tener que acoplarme a una nueva forma de hacer mis proyectos musicales es difícil. Mi disquera y me equipo de management siempre me dicen: “Haz lo que quieras”. Hace un año que me fui a Brasil mientras estaba descansando del tour; en ese momento no sabía qué hacer y poco a poco me fui inspirando en lo que ahora terminé.

 

Si tuvieras que elegir cuál ha sido el mejor momento hasta ahora de tu vida y carrera, ¿cuál sería?

Ahora. Estoy viviendo el mejor momento de mis 15 años. Estoy en un momento en el que por fin me tengo a mí misma. Me reconcilié mucho conmigo y aparte logré encontrar un equipo de trabajo súper bonito, somos una familia grande; encontré lo que quería, y desde que empecé la complicidad con mi público, ha sido maravilloso. El saber que tienes a alguien que te va a escuchar, está increíble. Es un sentido de responsabilidad muy bonito y fuerte. Ahora es un buen momento.

 

¿A qué le tiene miedo Natalia?

Miedo como tal, creo que a nada, tal vez existe incertidumbre. Por ejemplo, me da miedo el mar, las olas enormes cuando me meto a él; me da miedo el fuego en grandes dimensiones; me da miedo que exista un tipo como el que tiene Estados Unidos como presidente; ese tipo de cosas me dan miedo, de ver cómo nos va y cómo le haremos, aunque más bien es una sensación de incertidumbre.

 

Más allá de la música, ¿qué otros sueños quieres cumplir próximamente?

Me gustaría ser mamá. Ya empieza un poco a patear en mi corazón el hacerme mamá, aunque existe tal vez en mí la incertidumbre de si seré buena madre o no, porque vivo tan en mi mundo. Deseo que llegue otro ser humano a mi vida con el que pueda compartir. No es que sea egoísta en el mal sentido, pero mi vida es acerca de mi mundo como Natalia Lafourcade, trabajo para ella todo el tiempo, y creo que cuando sea mamá eso se va a acabar y me dará gusto.

 

¿Qué consejo daría Lafourcade?

Que es momento de sentarnos y cuestionarnos lo que tenemos para dar y construir. En otra época les diría diviértanse y disfruten la vida, porque venimos a este mundo a pasarla bien, pero es difícil ahora entender la vida. Muchas veces nos complicamos y no entregamos energía positiva al universo. Es momento de reflexionar lo que vamos a dar y no perder tiempo. Hay que trabajar con la espiritualidad porque somos energía.

«Hace mucho empecé a ver la música de otra manera. Desde que inicié con lo de Agustín Lara hubo un parteaguas en mi manera de trabajar con la música, y con el paso del tiempo me he dado cuenta de lo mucho que me gusta cantarle a lo que somos nosotros»

 

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