Siempre se ha dicho que en el maquillaje puedes experimentar con colores y texturas, así como elegir el que vaya más con tu personalidad, estado de ánimo u outfit. Y hay algo de razón en ello. Nuestra cara es un lienzo en blanco en el que podemos pintar, y de ahí sale el hermoso y delicado concepto del watercolor makeup.
¿Qué es el watercolor makeup?
El watercolor makeup es una tendencia perfecta para el verano. El concepto se basa en simular la técnica de la acuarela al aplicar las sombras en los ojos. Sí, sabemos que puede sonar un poco desafiante, pero la verdad es que una vez que le pierdas el miedo a los colores, te darás cuenta de que no lo es.
Al contrario del maquillaje que usamos en el día a día, esta técnica le dice adiós a los tonos neutros. Es probable que si es la primera vez que lo intentas, lo mejor es usar una paleta en tonos pastel, pues al ser tonalidades más suaves resultan ideales para experimentar y aprender a difuminar.
La ventaja del watercolor makeup, además de hacer tu look más divertido, es que es magnífico para iluminar el rostro. Además, al utilizar colores tienes infinitas opciones de looks, las cuales aumentan, ya que es posible extender el maquillaje hasta las cejas o incluso a los pómulos.
Por otro lado, si no eres de las que les guste llevar un maquillaje muy cargado, el watercolor makeup también te permite hacer diseños más discretos. En lugar de aplicar la técnica a todo el párpado podrías comenzar colocando el color sólo en el delineado.
Aprende a maquillarte con esta técnica
Lo primero que debes hacer, como cada que te aplicas sombra, es cubrir tus párpados con un primer de sombras. En caso de que no cuentes con uno, el corrector servirá perfectamente como sustituto. Una vez que tengas la base lista, es momento del color.
Te recomendamos que antes de comenzar a pintar elijas los tonos que quieres combinar, de esta manera te será más fácil pensar en algún diseño al momento de maquillar. Si no sabes muy bien por dónde empezar, el círculo cromático te ayudará bastante, ya sea escogiendo colores análogos, complementarios o triadas.
Ya que tengas las combinaciones en mente, con ayuda de una brocha pequeña tomarás un poco del pigmento y lo colocarás en el párpado.
Tómate tu tiempo para difuminarlo bastante bien antes de aplicar el siguiente color. Es importante que entre cada color la transición sea suave, por lo que al momento de aplicar un nuevo tono, asegúrate de mezclarlo bien con el anterior.
Debes repetir este mismo proceso con la parte de abajo, pero sin alejar mucho el color de la línea de agua. Y listo, el maquillaje estará terminado.
Si quieres darle un toque extra puedes aplicar brillos o extender el maquillaje ampliando la zona del color que se encuentra en el borde del ojo, o añadiendo un color extra. También es posible fusionar las sombras con el rubor al hacer más grande la región de ambos hasta que se toquen.
