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Marimar Vega, Un día especial

por: Fernando Rivero Méndez

 

Disfruta al máximo su inminente boda

El 29 de agosto pasado Marimar Vega anunció a su familia que había decidido casarse con Luis Ernesto Franco.

De manera discreta la pareja prepara poco a poco lo que será su enlace matrimonial, al que, parece, pocos serán convidados, pues los novios desean vivir y compartir ese día exclusivamente con las personas más significativas para ellos.

Previo a lo que será el día de su boda, la actriz realizó una sesión de fotos vistiendo algunos diseños de novia a manera de ensayo, y aunque por su trabajo son ya varias las veces que ha interpretado a una novia, ésta es especial, pues lo hace a unas semanas de dar el sí.

Platicamos con ella sobre cómo vive sus últimos días como mujer soltera, y nos reveló detalles de la preparación del día más esperado para ella: su boda.

¿Qué emoción te genera vestirte de novia?

Me divierte. Ya lo había hecho hace mucho, y lo he disfrutado porque la novia requiere un cuidado extremo; eso lo gozo mucho como actriz, igualmente hacer fotos con cualquier vestuario, siempre que sean propuestas inteligentes me gusta mucho.

Y ahora que tienes tu boda en puerta, ¿es especial vestirte de blanco?

¡Por supuesto, tengo muchas sensaciones! Cuando uno se va a casar sólo piensa en eso, mentira quien diga que todo lo tiene controlado y piensa en su boda sólo lo necesario. A mí me pasa que me están peinando y maquillando y pienso que es como una prueba para el día de mi boda real. Es verdad que las mujeres nos transformamos y estamos todo el día pensando en eso.

¿Cómo es este tiempo previo a tu boda?

Sólo hasta cuando te toca vivirlo sabes qué pasa alrededor. Percibes las cosas distintas, creo que por eso hay tanto estrés para las novias, porque todo mundo está atento a lo que haces desde mucho tiempo antes. Ahora entiendo por qué ese día las novias se vuelven locas.

Y en el caso del Güero Franco, ¿cómo lo vive él?

Está muy involucrado en todos los preparativos, estamos haciendo todo juntos. Yo no soy de ese tipo de novia a la que el hombre le deja todo para que ella lo cheque y decida, conmigo las cosas caminan con los dos, al mismo tiempo.

Don Gonzalo Vega, tu papá, ¿qué opina de este paso que vas a dar?

Está feliz, lo sé, lo conozco. Él quiere mucho al Güero. Creo que mi papá está muy tranquilo de que sus dos hijas estén ya casaditas, acompañadas. No puedo decir nada más sobre él aparte de que lo veo tranquilo. Mi papá nos ha ayudado mucho.

Mucha gente de tu edad ha optado por no casarse, ¿crees que tu generación se caracterice por evadir el compromiso?

Yo tengo la teoría de que justo los de mi generación, quienes ahora tenemos entre 30 y 40 años, no queremos que nos pase lo que les pasó a nuestros papás y a nuestras mamás, es decir, que esperamos un poco más para casarnos, para tomar mejor la decisión. En mi caso siempre tuve la idea de la boda.

¿Cómo reaccionaste al enterarte que Zuria, tu hermana menor, se casaba antes que tú?

Fue padrísimo, lo viví desde otro lugar, muy próximo porque es mi hermana. Ahora ya me toca de lleno a mí. Cuando es la hermana o la mejor amiga la que se casa es muy emocionante y participas con ellas en muchas cosas, pero definitivamente desde que tomas la decisión de casarte y pones fecha, tu entorno se vuelve distinto.

¿En qué ayudaste para su boda?

Le organicé toda la despedida de soltera, en la boda no, porque Zuria es muy de arreglar sus propias cosas, pero me tocó hablar en la ceremonia; no dormí un día antes por el estrés, es muy padre, y ya cuando te toca a ti llegas a ese día con la idea de cómo serán las cosas.

¿Quién te va a ayudar en tu arreglo ese día?

Mi mamá, por supuesto, va a estar en todo momento conmigo. Mi peinador, Víctor Rangel, quien desde hace mucho tiempo siempre me acompaña, y Jonathan Lule, mi maquillista. Ellos se van a encargar de mi arreglo.

¿Vas a tomar en cuenta la tradición de llevar puesto el día de la boda algo nuevo, algo viejo, algo prestado, algo azul?

Confieso que no estoy muy empapada con respecto a las costumbres. El otro día mi abuela me regaló una pulsera, y me dijo mi mamá que ahí estaba lo regalado; lo nuevo es el vestido, y algo prestado quizá sea la liga porque en la boda de Zuria el Güero se ganó la liga y la voy a usar. Por lo demás no sé si haya más cosas que se tengan que usar.

¿Luis Ernesto te ha comentado si está nervioso?

Los hombres también se vuelven locos. Para ellos es mucha responsabilidad en distintos sentidos y les da sentimiento. En todas las bodas a las que he ido, el novio termina llorando a la hora de hacer sus votos, siempre acaba siendo el más sensible, el más nervioso, y eso es padre porque te muestra a hombres sensibles.

¿Cómo va a ser tu vestido?

No te voy a decir porque si el Güero lee esto se va a dar cuenta y va a perder el encanto, es sorpresa y las sorpresas se guardan.

¿Pero cómo te lo habías imaginado cuando decidiste que te ibas a casar?

Nunca tuve una idea clara de lo que quería para ese día, el que elegí es un diseño actual, sin que tenga que ver nada con algún recuerdo.

¿Van a cuidar que él no te vea?

¿Que no me vea? ¡Si vivimos juntos!, pero vestida de novia obvio que será hasta el momento que tenga que ser.

La gente que te conoce por tus trabajos, el público, ¿qué te dicen cuando te ven en la calle?
Me hablan como si fueran mis tías, de forma muy cercana, muy familiar. Me pasó el otro día en una plaza comercial: se acercaron a mí unas señoras a felicitarme y lo hicieron de forma tan cercana que yo pensé que las conocía y no me acordaba.

¿Te gusta la fama?

Me gusta trabajar, pero con el paso del tiempo lo que llena a la gente es poder tener su propia familia.

Y las labores de casa, ¿qué tal te salen?

Hoy día soy toda una ama de casa, cada día sé hacer más cosas y me emociona la idea de hacerme cargo de mi familia, cuando llegue, claro. Para empezar, no sé si es la edad, pero ya tengo muchas ganas de ser mamá.
¿Ya te ves como mamá?

Claro, es una de las facetas que quiero vivir. Tengo 32 años, estoy joven, pero también a esta edad mi reloj biológico me indica que es el momento, porque antes no me pasaba, siempre lo quise, pero antes lo veía muy lejano.

Siendo tan perfeccionista como eres, ¿estás supervisando todos los detalles?

Quiero hacerlo, quiero darme el tiempo, y qué bueno que ahora no estoy trabajando a full para también disfrutarlo. Creo que merece la pena dedicarle tiempo a tu boda porque es un evento que pasa sólo una vez en la vida, y si ahorita estuviera metida en un foro todo el día haciendo una novela, tendría que delegar y no quiero eso.

¿Hay algo que no quieras para ese día?

No quiero a la prensa ese día. Mi boda es algo personal que sólo voy a compartir con gente muy cercana que nos quiere, gente que tiene que estar ahí, por eso será algo muy pequeño, íntimo, no un evento social más. Tampoco tendré damas de honor y menos vestidas todas iguales, ¡qué horror! La gente que nos acompañe que vaya como quiera, sin compromisos ni imposiciones.

Respecto al trabajo, ¿se asemeja este tipo de nervios previos a tu boda con un gran estreno teatral?

¡Ay sí! El día que se casó mi hermana le decía al Güero que me sentía como si estuviera a punto de estrenar, a cinco minutos, es muy similar la sensación. Los nervios previos a un estreno en teatro son muy similares; poquito antes de escuchar tercera llamada siempre me pregunto: “¿Por qué lo hice?, ¡me quiero ir ya!”. Y ya que se levanta el telón todo se olvida y viene lo maravilloso. Y sí creo que debe ser un nervio muy parecido, con ese estrés y con la compañía de la gente que queremos.

¿Tienes planes de trabajo próximos?

Hace unas semanas terminé en Guadalajara el rodaje de la cinta Buscando a Inés, además todo noviembre y diciembre estoy de gira por varias ciudades del país con Nunca es tarde para aprender francés. Hasta las dos primeras semanas de diciembre estoy sin trabajo, relativamente porque siempre tengo algo qué hacer.

¿Y con qué proyecto empiezas el año?

No tengo idea, creo que en México estamos malacostumbrados porque todo se concreta un mes o semanas antes de arrancar teatro o cine, aquí nadie empieza como en Estados Unidos, donde con meses de anticipación la gente ya sabe qué va a hacer y bloquea las fechas.

Esta etapa que vives, ¿te va a ayudar a interpretar mejor tus personajes?

Desde luego, creo que sí. De hecho, cuando Michel Franco se enteró que me casaba me dijo que le daba mucho gusto, que le parecía muy inteligente y para él iba a ser una actriz muy interesante si a los 37 años ya era mamá y ya había vivido otros procesos. Es diferente a si siguiera soltera, porque iba a estar igual que cuando hice Daniel y Ana, entonces, por supuesto que todos los cambios que se susciten en nuestra vida ayudan a hacer mejor nuestro trabajo como actores.

¿Piensan trabajar en conjunto?

Él tiene su productora, Los Güeros, es el productor de la casa y ojalá tenga mucho trabajo. En enero se va a estrenar una película que hice con ellos, El cumple de la abuela, una peli muy familiar, creo que a la gente le va a gustar mucho. La presentamos hace unos meses en el Festival de Cine de Torreón y el público la recibió bien.

¿Estás satisfecha contigo?

Sí, siento que falta mucho por trabajar en todos los sentidos, pero hasta ahora estoy conforme conmigo misma, siempre pensando en hacer cosas nuevas. Soy inquieta y exigente conmigo misma, esa es mi naturaleza.

 

 

FRASES
“Cuando uno se va a casar sólo piensa en eso, mentira quien diga que todo lo tiene controlado y piensa en su boda sólo lo necesario”
“Ahora entiendo por qué ese día las novias se vuelven locas”
“No quiero a la prensa ese día. Mi boda es algo personal que sólo voy a compartir con gente muy cercana que nos quiere, gente que tiene que estar ahí, por eso será algo muy pequeño, íntimo, no un evento social más”

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