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SOY UNA #HIJADEMIMADRE

por: Rodrigo Araiza

Baileys celebra a las mujeres con actitud, es por ello que te invita a unirte al movimiento junto con Zuria Vega, Karla Guindi, Lisette García Trepaud y Bárbara Islas, quienes nos comparten cómo es la relación con su mamá y sus mejores momentos

 

La figura materna en México es vista con mucho amor, pero también con respeto, y es que las mujeres que deciden ser madres y traer una vida a este mundo, aceptan también la responsabilidad de educar y criar a este nuevo ser para que sea gente de bien en la sociedad.

Por eso, para celebrarlas, Baileys creó el movimiento Soy Una #HijaDeMiMadre, que este año celebra su tercera edición y en el que se suman personas con grandes personalidades, sentimientos y ganas de celebrar a las mamás de una manera única y diferente, como es el caso de Zuria Vega, vocera oficial de la campaña.

A la bella actriz se unieron Karla Guindi, Lisette García Trepaud y Bárbara Islas, quienes nos cuentan por qué se consideran una #HijaDeMiMadre.

Baileys cree que cuando las mujeres se unen, cosas increíbles suceden, es por ello que el 8 de mayo se llevará a cabo la primera edición de Un Regalo con Causa dentro de las instalaciones de Jaso, donde se recaudarán fondos en apoyo a la red de emprendedoras Victoria 147, organización cuyo propósito es servir de plataforma de aceleración de negocios para magnificar e impulsar el potencial de las mujeres emprendedoras del país.

A través de la campaña #HijaDeMiMadre, Baileys reconoce y aplaude a las mujeres que se sienten orgullosas de sus madres, por eso decidimos entrevistar a Zuria Vega, Karla Guindi, Lisette García Trepaud y Bárbara Islas, quienes además posaron emocionadas junto a sus mamás: Leonora Sisto, Elizabeth Guindi, Lisette Trepaud y Bárbara Michele Ganime, respectivamente.

 

Leonora Sisto y Zuria Vega

 

Zuria, ¿cuál es el primer recuerdo que tienes de tu mamá?

ZV: Maquillándonos para Halloween, pintando en la casa, estábamos mucho tiempo con ella.

¿Y cuál es el primer recuerdo que tiene de Zuria?

LS: Asoleándola en el jardín con cosas en la cabeza como calzones.

¿Qué admirabas de tu mamá cuando estabas pequeña?

ZV: Muchas cosas, pero siempre pensé que mi mamá era la más guapa de todas las mamás.

¿Alguna travesura que recuerde que Zuria hizo?

LS: Claro, cuando se escondió detrás de una cortina y se quedó dormida; pasamos horas buscándola hasta que por fin la encontramos atrás de la cortina.

¿Qué te hace sentir orgullosa de tu mamá?

ZV: Que siempre ha sido muy guerrera, luchona, independiente, siempre encuentra la salida.

Y a usted, ¿qué le hace sentirse orgullosa de Zuria?

LS: Que es muy disciplinada, muy tenaz; se fija algo y siempre lo consigue.

¿Cómo se sienten con la realización que cada una ha tenido en su ámbito profesional?

ZV: La realización personal y la profesional van de la mano, una cosa te lleva a la otra; creo que cuando estás mal en la profesión o no la tienes clara, eso se repercute en tu vida emocional, y viceversa: cuando estás bien emocionalmente, eso abre la energía, y las cosas en la vida profesional fluyen mucho más.

LS: He pasado por muchas etapas en mi vida, y una fue dedicarme a mis hijos; ahora que ya los he visto crecer y dedicarse a lo que realmente desean y tienen vocación y talento, me dedico a lo que siempre quise: pintar. Creo que sobre todo eso es lo más importante: respetar lo que uno realmente quiere hacer y enfocarse en eso, ser feliz en eso, aunque sea difícil, aunque tenga altas y bajas, pero es sobre lo que le apasiona a uno en la vida, lo que realmente te mueve.

¿Qué te hace sentir una #HijaDeMiMadre?

ZV: Muchas cosas: muy pulcra, lo terca, muy empática con la gente, la disciplina, un poco más yo que ella; la perseverancia, el ser muy claros, no andarme con rodeos, y que somos muy lloronas, sentimentales.

¿Cuáles son las cosas que les gustaría hacer como hija y madre?

ZV: A mí me gustaría viajar más con mi mamá. Cuando tenga hijos, que ejerza su papel de abuela, yo creo que va a ser muy buena abuela. Creo que como familia somos muy independientes; mi mamá y yo podemos pasar dos semanas sin hablarnos, y luego nos hablamos y nos sentamos para ponernos al día; somos muy independientes, pero al mismo tiempo muy unidos.

Zuria, ¿qué te gustaría que la gente conociera de tu mamá?

ZV: Que mi mamá es el claro ejemplo de que nunca es tarde para dedicarte de lleno a lo que te gusta, si es que lo pusiste en pausa por alguna razón. A mi mamá le faltaba sacar el título de su carrera y lo hizo 17 años después de haber acabado su carrera; la edad no es una limitación para cumplir tus sueños, y eso es súper importante. A mi mamá le he aprendido algo bien padre que es la parte espiritual, que hoy es fundamental en mi vida.

 

Elizabeth y Karla Guindi

 

¿Cuál es el primer recuerdo que tienes de tu mamá?

KG: No sé si es el primero, pero tengo un recuerdo recurrente como de siempre estar con mi mamá. Crecimos ella y yo solas desde que yo tenía 13 años, entonces por esa cercanía de que siempre estaba mi mamá, mi vida era sólo mi mamá.

Y usted, ¿cuál es el primer recuerdo que tiene de su hija?

EG: Cuando nació, el impacto de ver un nuevo ser humano. Todo mundo me decía que iba a ser hombre y yo llevaba ropita azul; en esa época no había ultrasonidos, todo mundo me decía que iba a ser hombre, y de repente, cuando vi que era mujer, me impresionó y me impactó cómo se parecía a su papá. La emoción era tal que me sentía como en un viaje, no daba crédito.

Y de pequeña, ¿qué admirabas de tu mamá?

KG: Que siempre ha hecho lo que ha querido. Cuando yo tenía 11 años nos fuimos a vivir a Italia porque quería ser cantante de ópera, y cuando cumplí los 13 nos fuimos a vivir a Los Ángeles porque quería ser actriz, y al mismo tiempo pintaba. Y donde estuviéramos, siempre cantaba, bailaba y hacía su show en donde fuera.

¿Cuál es la travesura que más recuerda de la infancia de Karla?

EG: Un día salió del baño con el cabello pintado de rosa, me impactó, era traviesísima, tenía como 12 años. Y de chiquita era muy inquieta, le gustaba mucho dibujar, no dormía mucho.

¿Qué te hace sentir orgullosa de tu madre?

KG: Que siempre ha logrado hacer lo que ha querido sin importarle nada, ni lo que piense la familia, la gente, ni lo que sea correcto, sino lo que le gusta, lo que la hace feliz.

Y a usted, ¿qué la hace sentir orgullosa de su hija?

EG: Tuve una etapa de inseguridad, de toma de decisiones de vida difíciles, y lo que admiro de ella es que no tiene esa disyuntiva en sus decisiones, es muy certera, y eso me da mucho gusto y lo admiro.

¿Cómo se sienten respecto a su realización tanto en lo personal como en lo laboral?

KG: Siempre tuve el ejemplo de ver a mi mamá y a mis tías trabajar; tenemos una familia en la que la mayoría somos mujeres y todas trabajamos. Nunca me imaginé no trabajar, para mí siempre una profesión significó la pauta de quién eres en la vida, y la moda siempre fue lo que quise. Me da gusto ver cómo mis hijas tienen claro que cuando no estoy es porque estoy trabajando, y admiran lo que hago. Y personalmente se me hace importantísimo tener un gusto propio de algo profesional. Algo admirable de mi persona son los logros profesionales; llevo 16 años trabajando y cada vez me emociona igual, por más cansado y agotador que sea.

EG: Tengo una doble vida: la artística, que amo con toda mi alma y que es la actuación y el canto, y por otro lado tuve un papá que desde muy pequeña me enseñó a trabajar muy duro, afortunadamente.

¿Qué te hace sentir una #HijaDeMiMadre?

KG: Cada vez más me parezco a mi mamá, en específico cuando me cacho regañando a mi esposo por darles dulces, chocolates o cereales dulces a mis hijas, porque mi mamá es la más cuidadosa de la alimentación. Ahí me doy cuenta cómo se comienzan a repetir los patrones, creo que de todos los aspectos de la vida se van agarrando cachitos de la vida de tu mamá.

 

 

Bárbara Michele Ganime y Bárbara Islas

 

¿Cuál es el primer recuerdo que tienes de tu mamá?

BI: Un día ella se fue a trabajar, y cuando regresó me emocioné tanto que empecé a saltar en la cuna y me caí por la emoción de verla; fue mi primer golpe, me acuerdo mucho.

¿Y cuál es el primer recuerdo que tiene de su hija?

BM: Cuando ella nace, inmediatamente me la enseñan y le veo su nariz de bolita, que es típica de la familia; desde ahí se le quedó el apodo de Bola Nose. En el hospital, al otro día la confundieron y me dieron a otra niña; la nariz la salvó de tener otra mamá. Tuvieron que llamar al doctor porque estaba molesta. Tuvieron que investigar, y efectivamente le habían puesto otra pulsera; fue así como logré que me devolvieran a mi hija.

¿Qué admirabas de tu mamá cuando estabas pequeña?

BI: Que era como una mujer maravilla, porque somos tres mujeres y yo la veía trabajar, pero nunca nos descuidó, hizo cada tarea conmigo, fue a cada festival. Mi mamá era diputada, estaba en el partido, siempre honesta y trabajadora.

¿Y recuerda alguna travesura de Bárbara?

BM: De hecho, de las tres hijas que tengo, Barbie ha sido la más traviesa, tal vez porque fue la más consentida. Por ejemplo, rayaba las paredes, y en la casa de una amiga estaba haciendo ya un mural. Le encantaba jugar en casa de las vecinas y la tenías que buscar de casa en casa. Una vez organizó una boda cuando iban en preescolar y la corrieron de la escuela; fue un escándalo porque los niños hasta de luna de miel se habían ido atrás de un árbol.

¿Qué te hace sentir orgullosa de tu mamá?

BI: Que ha sido una mujer que ha salido adelante sola, nos sacó adelante a tres mujeres y nunca nos descuidó. Admiro que sea una mujer trabajadora, siempre positiva, una mujer muy honesta. Para mí es mi mujer maravilla, mi mamá vale por dos.

¿Qué te hace sentir una #HijaDeMiMadre?

BI: Workaholic como loca, soy una persona que le gusta el servicio público como a mi mamá, me encanta ayudar, y creo que eso todos los días lo aplico. Soy constante, trabajadora y honesta; mi mamá me dijo que en esta vida hay que ser honesta, y que ser diferente me iba a costar mucho trabajo, pero que iba a valer la pena, y así es.

 

 

Lisette Trepaud y Lisette García Trepaud

 

¿Cuál es el primer recuerdo que tienes de tu mamá?

LG: Iba en kínder, me encantaba La Sirenita, y el Día de las Madres bailé La Sirenita y mi mamá me puso una peluca, me disfrazó, eso es de lo que más me acuerdo.

Y usted, ¿cuál es el primer recuerdo que tiene de su hija?

LT: Lógicamente cuando nació fue cesárea y me tuvieron que medio dormir porque hubo complicaciones. Cuando desperté me la trajeron al cuarto y recuerdo sus cachetitos, peluda como un chango y sus cachetitos rojos, una maravilla.

¿Qué admirabas de tu mamá cuando eras pequeña?

LG: Todo, fue una mamá muy trabajadora y muy presente; me encantaba verla arreglarse, ponerme su ropa, sus zapatos o pintarme; jugaba muchísimo conmigo.

¿Cuál es la travesura que más recuerda de ella?

LT: De repente le dio por decir que se iba a ir de la casa y que se iba a llevar todos sus muñecos, que se iba ir a casa de su abuelita, y cuando me decía eso me moría porque debe haber tenido no más de tres años. Un día le hablé a mi mamá y le platiqué, y me dijo que mi hermano Ismael hacía lo mismo, que le abriera la puerta y la dejara ir, que nunca se iba a atrever. A la siguiente vez que me dijo que se quería ir con su abuelita, me acuerdo que estaba en pijama y le dije que se iba ahorita, y con el dolor de mi corazón le abrí la puerta. Sabía que no iba a pasar nada, a lo mejor fue un poco drástico, pero se acabó el problema.

En estos momentos, ¿qué te hace sentir orgullosa de tu mamá?

LG: Todo, no hay una cosa que no me haga sentir orgullosa; mi trabajo y educación. Siempre fue una mamá muy presente, trabaja muchísimo, siempre está viendo en qué trabajar y hacer algo nuevo; es muy buena amiga y mamá.

Y a usted, ¿qué le hace sentir orgullosa de su hija?

LT: Pues me veo en su espejo, soy una mujer afortunada, digo, las mamás siempre tienen que ser mamás, pero también compañeras, consejeras, a veces alcahuetearlas. Somos una extensión de nuestros padres y todas las cosas que mi mamá me aconsejaba, pero que en ese momento no lo entendía o aceptaba, trataba de hacerlo con mi hija, y la verdad me ha salido bastante bien.

¿Cómo se sienten respecto a su realización tanto en lo personal como en lo laboral?

LT: En la época en la que empecé a trabajar me forjé solita en México, con gente que me ha apoyado; llevo 35 años viviendo y trabajando en México y he podido crecer como persona, he podido ayudar a mucha gente, y gracias a mi trabajo y a mi dedicación he conocido gente maravillosa.

LG: Me siento muy afortunada, tengo 27 años y casi todos los trabajos que he tenido han sido mi sueño; he trabajado con las personas que he querido, he conocido diferentes lugares, todo lo que he trabajado ha sido a la máxima expresión gracias a mi mamá. No he hecho una cosa sin ella, ese es un plus muy importante: todo lo que he recibido profesionalmente es por lo que ella ha hecho antes, es una doble responsabilidad porque tengo que cuidar su nombre y el mío.

 

¿Qué te hace ser una #HijaDeMiMadre?

LG: En todos los sentidos, creo que hasta miedo me da un poco. Yo a ella la molesto porque, literal, oigo a mi abuelo hablar en la boca de mi mamá, y muchas veces me oigo a mí diciendo cosas que mi mamá dice, el cómo pensamos. Espero que algún día al ser yo mamá pueda darles a mis hijos lo que mi mamá me ha dado, y que alguien se sienta orgulloso de ser mi hija como yo de mi mamá.

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