Nunca se conforman.
Mientras a Ashley le pintan las uñas y a Hanna le alistan el maquillaje, ambas nos cuentan sobre su nuevo disco, 30 de febrero, el cual representa un gran reto para Ha*Ash, que vivió un momento de plenitud artística con su anterior placa, Primera Fila, producción que las mantuvo de gira por más de tres años. “Nos costó cerrar el ciclo, fue un momento climático en nuestra carrera, fue un parteaguas; llevamos trabajando 15 años, hay momentos donde siembras y donde recoges, y eso fue Primera Fila”, cuenta Hanna. En el Auditorio Nacional se presentaron en cinco ocasiones, mientras que el Palacio de los Deportes fue el escenario donde cerraron su gira, no sin antes visitar siete veces Guadalajara, seis Monterrey, además de su primera vez en Argentina, donde llenaron dos Luna Park. Con tanto éxito precediéndoles, Ha*Ash presenta un disco en el que, por el momento, dejó de lado la melancolía para mostrar una docena de temas con los que pretende llevar alegría a sus escuchas. Para ello invitaron a algunos amigos como Prince Royce y Abraham Mateo, además de Mau y Ricky Montaner.
Culminaron con una gira que les tomó tres años; cuando es tan extensa, ¿sienten el paso del tiempo?
H: Pasa de volada el tiempo, pero cuando recordamos todo lo que viajamos e hicimos, ya se siente un poco más, pero estábamos de gira y ni cuenta nos dimos; podemos decir que dimos más de 190 conciertos y recorrimos Latinoamérica, España, Estados Unidos, y para nosotras sí fue mucho trabajo.
Cuando están de gira, ¿pausan su vida personal o tratan de compaginar ambas partes?
H: Cuando estamos preparando disco nos gusta darnos un tiempo; anteriormente, por las prisas, tuvimos que hacer las dos cosas y nos dimos cuenta de que no fluye igual. De enero a marzo dimos prioridad a escribir; era un disco súper importante para nosotras, entonces Ashley y yo nos divertimos, y cuando sueltas las cosas y te diviertes, te sorprendes; creo que sí logramos superar el disco pasado con este nuevo.
El éxito que le antecede a un nuevo disco, ¿les impone alguna presión para mejorar?
H: En nuestro caso, con cada disco te estableces metas, aunque sean pequeñas; las cumples y naturalmente te fabricas otras, y después de tantas metas volteas y ves que has recorrido un gran tramo; Ashley y yo siempre nos exigimos dar más: entre más sabes, más quieres dar; para nosotras fue un reto personal, todo el disco lo compusimos nosotras, me metí mucho a la producción del disco.
A: También intentamos no encasillarnos en un solo género, buscamos salir de nuestra zona de confort que es la música pop con country, e intentamos también tomar elementos urbanos.
H: Parte del crecimiento es atreverte a hacer cosas nuevas, y fue lo que hicimos en este disco.
¿El disco lo trabajaron bajo un mismo concepto?
H: No, fue sin querer, estuvimos en Miami un par de meses escribiendo y somos la consecuencia de lo que vas escuchando, lo que pasa por tu vida, y la música que oíamos al despertar era la misma con la que íbamos a bailar, y dijimos: ‘Vamos a sumar nuestro granito de arena’; escribimos canciones sin pensar cómo iban a acabar y naturalmente nos llevó a ciertas cosas, pero primero se planeó hacer las canciones, y todo lo demás es el betún.
¿Cuántas canciones compusieron?
A: Curiosamente compusimos 15, y se quedaron 12.
H: La verdad es que este disco fue diferente a otros; creo que cuando no piensas tanto las cosas y decides soltar, la vida te sorprende, entonces todavía es más satisfactorio porque cuando eres muy aprehensivo y deseas que suene de alguna forma, muchas veces no funciona.
¿Habrá una edición de luxe donde incluyan las canciones que quedaron fuera?
H: Probablemente sí, pero ahorita no hay nada confirmado, estamos arrancando con la salida del disco.
¿Tienen momentos específicos para componer?
H: Cuando estábamos preparando el disco sabíamos que necesitábamos juntar las ideas de todo lo que veníamos escribiendo durante la gira. Hubo días en que nos sentábamos a escribir y nada salía, y otros en que una canción nos salía en media hora. Pero realmente planear, sentarte y componer, es difícil.
Líricamente, ¿qué vamos a encontrar en este nuevo material?
H: Puedo decir que salió el adolescente que teníamos dentro, porque es un disco mucho más divertido, incluso hasta en las baladas hay un grado de humor.
A: Creo que la postura ante la vida: somos dos mujeres independientes, fuertes; si está en nuestra vida una pareja o no, eso no nos va a cambiar.
Vienen de un Primera Fila donde tuvieron colaboración, ¿repitieron la fórmula en esta producción?
H: Sí, una gran sorpresa del disco fue trabajar con Andy Clay y Édgar Barrera, dos compositores súper talentosos; ellos nos invitaron a su mundo y nos encantó.
A: Trabajamos con Abraham Mateo, a quien ya habíamos conocido en una entrega de premios. Compusimos con Mau y Ricky Montaner, grandes amigos y súper talentosos; todo lo que pasó en este disco, más que trabajo, fue amistad.
H: Prince Royce también participa en el primer sencillo: “100 años”; fue una colaboración que sumó muchísimo. Hubo tres productores y fue padrísimo invitar a personas que no estaban familiarizadas con el proyecto, ni con la música latina ni con nuestra música, y le dio un toque muy diferente. Fue padrísimo tener esa mezcla, le dio un sonido distinto.
Como cantautoras, ¿qué sensación tienen cuando la canción que compusieron en la intimidad del estudio o su casa es coreada por miles de personas en un concierto?
A: Esa es la meta. Al final del día, cuando compones una canción, de algún modo estás desahogándote, y lo que te hace pensar que no estás tan loca es saber que hay alguien más que va a poder cantar la canción, gritarla en una situación de crisis o en un momento catártico.
H: Al final es una manera de conectar con el mundo, porque muchos compositores tenemos en común que a veces somos muy malos para confrontar nuestras emociones, y lo logramos a través de la composición.
¿Es liberador darle voz a sus propias composiciones?
A: Yo creo que sí, porque hay una Ashley antes de un concierto y una Ashley después, creo que ahí me desahogo.
H: Al final es el momento en que nos quitamos esas máscaras y prejuicios que tenemos en la vida, y podemos subir y abrir el alma; lo que escribimos a veces son emociones que tienes atoradas.
El disco lo compusieron en un ambiente más animado, pero ¿también le dieron espacio a la melancolía?
A: Hubo muy pocos, puedo decir que es el primer disco en donde el drama se quedó atrás, por el momento.
H: Nos hemos dado cuenta que en el mundo hay demasiada guerra, desastres, y lo que la gente busca hoy es tener música para pasarla bien, para ponerte a bailar.
La gira del disco, ¿iniciará el próximo año?
H: Sí, en febrero, y anunciaremos fechas en Latinoamérica, arrancaremos con 60 conciertos.
En México ya estuvieron en el Auditorio Nacional y en el Palacio de los Deportes, ¿piensan en algo más grande?
H: Para nosotras, lo más padre de este disco es pensar en la gira nueva. Hay canciones que nos emociona muchísimo poder tocar, desde ahorita estamos viendo toda la producción porque esta gira será la más grande, nunca hemos tenido una producción como ésta; para nosotras será un crecimiento importante.
Hace 10 años llenaron tres teatros Metropólitan por primera vez, después crecieron y llenaron el Auditorio Nacional, ¿cómo viven todo el éxito?
A: Con agradecimiento, es una bendición, creo que lo que Hanna y yo estamos dando son pasos con mucha estabilidad.
H: Lo más importante en una carrera es la perseverancia, y eso es a base de mucha disciplina y también con un gran equipo; hay muchas personas involucradas en este proyecto. Creo que lo más difícil de una carrera no es llegar, sino permanecer, crecer y no pensar que ya lo sabes todo.
¿En qué momento de estos 15 años de trayectoria pensaron que Ha*Ash ya era un proyecto exitoso?
A: Para mí siempre fue exitoso, para mí tener un escenario, un disco, una canción en radio, es tener éxito, porque al final lo que queríamos era cantar; nunca nos pusimos una meta, el éxito para Hanna y para mí es que seguimos haciendo lo que más amamos, y juntas.
¿Hay algo que les falte hacer?
H: Crecer más en lo social. Nos damos cuenta que tenemos una plataforma muy importante en donde la gente nos escucha. Estamos en las últimas fases para abrir nuestra fundación, algo en lo que hemos trabajado durante mucho tiempo, algunas cosas en México y otras en Estados Unidos. Se siente bonito contar con la oportunidad de tener un micrófono y platicar de cosas que no sólo tienen que ver con el día a día, sino sobre lo que pasa en el mundo.
¿Qué causas van a apoyar?
H: Ahorita estamos ayudando a reconstruir casas en Estados Unidos para las familias latinas. A: En México también, pero lo que más nos llama son los niños y la educación.
Ustedes empezaron a cantar en una iglesia, ¿qué memorias tienen de eso?
A: Todas las tablas del escenario, nos enseñaron a improvisar. H: La música góspel, el soul, lo que más tienen es la improvisación, eso nos lo dio muchísimo la iglesia. Los nervios más grandes que he tenido han sido en la iglesia.
¿Qué peculiaridad tiene el góspel, que artistas como Elvis aprendieron de él?
H: Te vas descubriendo; por lo menos en Louisiana es muy común que todas las familias vayan a misa los domingos y hay un coro góspel, y normalmente si puedes cantar, estás en el coro; ahí descubrimos la facilidad que teníamos para hacerlo.
Cuando mencionas Louisiana piensas en country, ¿fue un reto salirse de este género para dar el paso al pop?
H: No, porque tuvimos la fortuna de que a pesar de que vivíamos entre Louisiana y México, en este país escuchábamos pop en español.
A: El reto fue que las disqueras lo aceptaran.
Hay un estigma con el pop: se dice que es de plástico, sin valor musical, ¿cómo derribar esas barreras?
H: Creo que ese estigma ya pasó de moda. Cada vez hay más artistas queriendo escribir sus canciones, creo que la música pop es la popular, la que la gente consume.
A: No creo que exista artista de pop que no sea real. Un ejemplo perfecto: el playback ya no se usa.
Al ser hermanas y compartir el mismo proyecto puede ocasionar choques entre ustedes, ¿se dan sus espacios para evitar problemas?
A: El espacio es vital para cualquier relación; Hanna y yo lo manejamos muy bien.
H: Aunque hacemos muchas cosas juntas, somos muy independientes, nos gusta hacer cosas diferentes; hay momentos donde coincidimos y otros donde no, llevamos 15 años juntas y ya pasamos la prueba de fuego.
CUESTIÓN DE ESTILO
Lugar favorito de México: H: San Miguel de Allende A: Tepoztlán
Comida predilecta: H: Huaraches A: Pizzas
Artistas preferidos: H: Adele y Bruno Mars A: Fifth Harmony
Fobias: H: Que me dé un infarto A: Desastres naturales
