Mantiene su vigencia con Inédito, su nuevo álbum
Apenas avanza unos metros la silueta que porta un saco azul marino y unas gafas circulares del mismo tono, cuando ya tenía encima a dos señoras pidiendo autógrafos y fotos. ¡Y cómo no!, si a pesar de sus 59 años Emmanuel conserva el carisma, la elegancia y el porte que siempre lo han distinguido, además de una gran energía, misma que caracteriza sus canciones (por algo se le puede corear en casi cualquier bar).
Con unos lentes que datan de 1920, el intérprete llegó al foro para someterse no sólo al interrogatorio de Eugenia Debayle y al mío, sino también a la sesión de fotos donde no perdió la oportunidad de demostrar su buen gusto para vestir, pues no necesitó sugerencia alguna para verse lleno de glamour.
Con un torero como padre, una madre dedicada a cantar, un tío sastre y un abuelo bailarín, el artista creció siempre rodeado de todo lo que es hoy, posicionándose en la cima de aquella montaña en la que, cuando era niño, jugaba a escalar. Hoy logra mantenerse en ella y suma un disco más a su trayectoria, pues aún tenemos artista para rato gracias a que literalmente ha sabido “tomar al toro por los cuernos”.
De la contradicción de ser vegetariano y taurino a la vez, así como de sus cortometrajes ambientales, estilo musical, inspiración y de Inédito, su nuevo álbum, EstiloDF tuvo la oportunidad de platicar con el cantante.
Desde niño estuviste rodeado de la tauromaquia y la música, ¿por qué te decidiste por esta última?
Mi madre cantaba, mi abuelo era bailarín y yo tenía una necesidad de cantar, desde que despertaba lo quería hacer. El mundo de los toros es difícil, es muy bravo. Ahí me rompí las rodillas y aun así decidí continuar, sin embargo, la vida me llevó al camino en el que ahora me encuentro.
Como pasó con el ex futbolista Julio Iglesias…
Sí, como él, quien también se lesionó físicamente. ¿Sabes?, después de tres años de estar en hospitales y con distintos doctores, un amigo me dijo: “Dedícate al don que Dios te dio, a cantar”. Esas palabras se me quedaron muy grabadas, y es que había ignorado esa habilidad que desde niño me seguía. Tenía necesidad de cantar, si por mí fuera hubiera cantado frente al toro, jajaja.
Eres considerado el Rey del pop latino, sin embargo, no siempre tus temas fueron de amor y rítmicas, ¿cómo conceptualizas el estilo por el que la gente te reconoce hoy?
Casi desde que empecé, como a los tres años de comenzar a cantar, mi estilo ya estaba brotando totalmente porque estaba en mi espíritu. Era una época donde yo cantaba muchas canciones sociales, pero después vinieron más temas de amor. De pronto me sentía en una cárcel y mi cuerpo se quería ir para la derecha y a la izquierda, brotar, brincar, y no podía porque eran canciones muy suaves, así que empecé a cambiarlas, les metí rítmica y algunas se volvieron más rockeronas.
¿Hubo algún motivo en especial que te hizo salir de lo social para “clavarte” en lo romántico?
No hubo nada, la situación se fue dando poco a poco. Yo interpretaba canciones sociales, pero también de amor; creo que durante toda mi carrera ha ocurrido eso, no lo busco, simplemente llega. Quizá tiene que ver con cómo me siento y cómo estoy en el momento de componer.
¿Y cómo estabas en el proceso de grabación de “Inédito”, tu nuevo álbum?
Fue un proceso de búsqueda complicado. Pasó mucho tiempo, fueron nueve meses de escuchar canciones y esperar a que llegara el momento de decidir bien, porque uno nunca sabe lo que va a pasar, la composición es una simple sensación de bienestar: cuando te sientes bien sabes que ése es el camino. Tardé casi un año en empezar las grabaciones, a veces no coincidía con Áureo Baqueiro o con los horarios del estudio, pero al final las cosas quedaron bien. Estoy feliz con el resultado, suena muy a Emmanuel, así es como lo visualicé.
El nuevo tema “Ella” es muy energético, como “La chica de humo”, ¿qué tanto gusta el rock?
Admiré a muchos artistas de ese género como The Doors, Cats Stevens, Jethro Tull y The Beatles, aunque para mí no son rock. Con Chicago me “clavé” mucho, era un grupo increíble, con músicos de primera. A la par de estos gustos estaba la música folclórica y el flamenco. Tenía una amalgama musical, amaba también el jazz. Soy una persona que no duerme mucho, pero sí lee mucho. Me ponía a leer mientras disfrutaba del jazz y la música clásica. Todas esas influencias están en mí, aunque directamente no se noten en mi música.
Y cuando no lee ni oye música, ¿qué escucha Emmanuel en el silencio?
Trato de escucharme. Me quedo en silencio y es un momento creativo intenso e increíble porque cuando uno empieza a escribir no trabaja el intelecto, sino algo más que no sé qué es. Ese instante a solas es mágico, lo comparo como cuando estás viendo una puesta de sol, en ese instante te quedas mirando, te pierdes (mira hacia la izquierda, guarda silencio y su sonrisa se ilumina) y de repente regresas. Es como estar con el amor de tu vida y cuando acabas de hacer el amor hay unos segundos mágicos en los que te vas y luego regresas. Amo ese momento en el silencio, aunque no siempre lo logro porque soy muy inquieto, pero trato de dejar escuchar lo que está más allá de mi mente y que sólo en el silencio puedo encontrar. Desafortunadamente hay tanto ruido, tanta música, deporte, televisión, Internet, voces que te alejan de ti. Pierdes el significado de tu ser, de la vida, no te encuentras, porque si yo mañana te quito todo eso, te preguntarás “¿ahora qué hago?, ¿quién soy?”.
Dices que la inquietud es una cualidad tuya, ¿le debes a ella el lugar donde estás ahora?
Creo que sí. La inquietud y la búsqueda de no querer quedarme a la mitad, sino llegar a la cima. De niño jugaba a subir montañas, subía y subía. Recuerdo que cuando llegaba a la cima me daba una sensación de abandono y alegría porque decía: “Ya se acabó, ¿y ahora qué sigue?, ya llegué. Ése es un motor que está dentro de mí y me ha impulsado a hacer cosas.
¿Sigues varado en la cima en estos momentos?
La montaña nunca acaba, en el momento que llegas a esa cima hay estabilidad, así estoy ahora. Esa sensación se termina al caminar de regreso y descender; sé que algún día ocurrirá, pero por hoy estoy donde quiero.
¿En el escenario también hay que “tomar al toro por los cuernos”, como en la tauromaquia?
Sí, mucho. Estar en el mundo de los toros me influyó bastante. Hice ejercicio, esfuerzo, sacrificio y conocí el miedo, así como la desilusión, las cornadas, los golpes y dejar todo para llegar a ser alguien. Todo eso me formó para estar listo y enfrentarme a cualquier cosa que se presente cuando estoy arriba cantando. La tauromaquia es muy fuerte, todo lo que pasa en ella te forma si eres positivo, o te destroza si eres negativo. Ser torero en algún momento de mi vida me ha dado constancia en la forma de hacer las cosas. Los futbolistas son así, un boxeador igual, Messi por eso es así. No todos llegan a ser una enorme estrella, pero los que hacemos una carrera firme logramos grandes cosas.
¿No te resulta contradictorio ser vegetariano y taurino a la vez?
No pasa nada. Respeto a aquellas personas que no les gustan los toros. Hay un partido político que insiste en conseguir que la gente vea a este arte como algo malo, pero yo me pregunto: ¿Por qué cuando van a hacer un desarrollo turístico no ven que es nefasto acabar con la flora y la fauna del lugar?, sin embargo, tolero su forma de pensar. Soy vegetariano por salud porque así he sido casi toda mi vida, al igual que taurino. Mi padre fue torero, crecí con eso, es parte de mí. Sé que es grave lo que pasa en una corrida de toros, pero ¿por qué no van a ver a una persona con sida, a un leproso?, ¿acaso se preocupan por la hambruna? Les duele el corazón por ver morir a un animal, pero no se preocupan por los asesinatos en los vientres de las madres, a quienes no puedo juzgar, pero sí puedo juzgar a las instituciones que lo propician. ¿Ves?, es un círculo vicioso. Yo una vez defendiendo la tala de árboles fui agredido, cada quien ve mal lo que quiere. Así que el balance está en tolerar; si vas a juzgar, sé congruente con todo entonces. Si algún día los toros desaparecen, será cuando la gente deje de ir, no será ahorita, quizá más adelante, no lo puedo determinar. Yo crecí en ese mundo, quise ser torero como mi padre, y soy congruente con lo que fui, con lo que sentí.
Por cierto, ¿cómo van tus cortometrajes?
Hombre Naturaleza es la fundación que se dedica a cuidar el medio ambiente, los ríos, la selva, y a combatir la contaminación y la tala de árboles. Se han hecho muchas siembras y ahora nos metimos en el cine porque las imágenes hablan más que mil palabras. El primer cortometraje se enfocó en el agua, el segundo en energía sustentable, el tercero fue biodiversidad del mar y el cuarto residuos tóxicos, y este año aún estamos viendo cuál será el siguiente. Es un proyecto que ha jalado, hay premios y gente que entra al festival, cada vez son más los que participan. En la última convocatoria hubo más de 800 proyectos; el premio es un viaje a México, a la Riviera Maya o a algún otro destino natural.
Respecto al cine, ¿te gustaría actuar como lo haces en tus videos?
Muchísimas veces me dan ganas. He actuado en mis videos, pero estoy apoyado en la música, nada más, hasta ahí, jajaja. En un video siento las canciones mías porque me las creo, y eso me conduce. Pero sería diferente decirle “te amo” a una cámara, jajaja.
Posees unos lentes de 1920 que se conservan en perfecto estado, hablando de moda ¿amas estos años?
Sí, mucho, y en general toda la moda, siempre he estado involucrado en ella. Cuando empecé a cantar tuve mucho contacto con Jesús del Pozo, un personaje importante en el mundo de la moda en España, siempre me acerqué a él. Además tuve un tío sastre, crecí escuchando qué se podía combinar y qué no; desde joven adquirí el gusto por la confección gracias a mi tío.
Eres muy coreado en los bares, ¿así te visualizas en unos años más?
Toda la vida mis canciones han estado ahí, van saliendo nuevas y siguen gustando. El objetivo de esto es hacer historia, es un orgullo seguir trabajando después de muchos años. No sé hasta dónde llegue, pero mi camino ha sido así. Por ahora les dejo este nuevo disco y mi bendición. Quiero que en él encuentren alegría, además de la paz y calma que tanto le faltan a México.
CUESTIÓN DE ESTILO
Nombre: Jesús Emmanuel Acha Martínez.
Lugar de nacimiento: México, Distrito Federal.
Fecha de nacimiento: 16 de abril de 1955.
Discografía: Inédito, Acústico En Vivo, Lo esencial de Emmanuel, Retro Mix, Emmanuel retro en vivo, Emmanuel presenta, Sentirme vivo, Amor total, Esta aventura, En gira, Ese soy yo, Megamix, Vida, Quisiera, Entre lunas, Desnudo, Emmanuel, En la soledad, Tú y yo, Íntimamente, Al final, Amor sin final, 10 razones para cantar.
Más sobre Emmanuel: Es hijo de la famosa española cantante y bailarina de flamenco “Conchita” Martínez y del matador de toros Raúl “Rovira” Acha, celebridades que se conocen en México.
