Michael Phelps decide retirarse y lo hace ganando al lado de sus compañeros del equipo de Estados Unidos un último oro en los Juegos Olímpicos de Río 2016. Sus palabras fueron: «Es la manera perfecta de terminar”. En una emotiva rueda de prensa, donde en medio de llanto y risas, brindó junto a su entrenador Bob Bowman después de vencer en los relevos 4×100 estilos.
Una jornada pesada y llena de emociones, pero también satisfecho por lo conseguido, el estadounidense aseguró que pone fin a una etapa en la que ha conseguido todo lo que soñó.
«Esto es todo. Miro mi carrera y veo que he logrado todo lo que he querido. Ha sido un desafío volver a este punto», dijo el nadador.
En la historia de los juegos olímpicos con 23 medallas de oro y 28 en total de los mejores números.
«Quería hacer desde chico algo que nadie hubiera hecho… lo dije muchas veces, pero es un sueño realidad todo lo que viví. Es realmente así», indicó. Consultado sobre dónde guardará sus casi tres decenas de medallas, Phelps se negó a revelar el misterio. «No voy a decir donde guardo las medallas. Sólo dos o tres personas en el mundo lo saben», expresó feliz.
Bowman destacó el gran trabajo que hizo Phelps siendo por primera vez abanderado y capitán del equipo de natación. «Es la primera vez de Michael como capitán e hizo un gran trabajo guiando a los mas jóvenes», señaló el entrenador, que aseguró que no volverá a aparecer un Phelps en muchas generaciones adelante.
Sin duda hemos sido espectadores de un fenómeno de la natación y eso es un regocijo.
En la misma conferencia se preguntó: «¿Si habrá otro Michael Phelps?” Y la respuesta fue: “Absolutamente no. Ni siquiera lo estoy buscando. Es muy especial, no es alguien que aparezca ni siquiera en una generación, sino en diez generaciones», señaló el entrenador, que sin embargo destacó el gran futuro que tiene la natación estadounidense con nuevos nombres y otro que ya se han mencionado y aun tienen carrera como Katie Ledecky o Ryan Murphy.
Pero no solo la natación sentirá el despido, es importante mencionar el gran legado que deja con su nombre y las medallas que consiguió. Un ejemplo de lo anterior fue el tan mencionado caso de Joseph Schooling, una historia que en verdad motiva. Todo comienza en el 2008, un niño con lentes y rostro tímido le pidió una fotografía a su ídolo Michael Phelps, esto el año en que ganó 8 medallas de oro en Juegos Olímpicos de Beijing.
Pero nadie pensaría que años más tarde ese niño lleno de sueños e ilusiones, este viernes le diera a su país Singapur su primer medalla de oro olímpica. A sus 21 años, con 50.39 segundos y con récord de Juegos Olímpicos y esto no es todo, derrotando nada más ni nada menos que al al mejor múllti medallista olímpico Michael Phelps en la especialidad de 100 metros mariposa.¡Woooow!
Schooling vivió un día de ensueño, con mirada dominante cuando asomó la cabeza tras imponer la marca olímpica y rostro temeroso al recibir una medalla por encima de Phelps. Su sonrisa y un beso lanzado a la tribuna apenas lo liberaron cuando Phelps, un hombre con 27 medallas olímpicas, le dio una palmada sobre el hombro derecho y dijo que volteara a las cámaras.
Y es que más allá de la derrota, estos juegos llevan el sello de Phelps, quien perdió en esta jornada el dominio de los 100 metros mariposa que había patentado desde los Juegos Olímpicos de hace 12 años en Atenas y también el récord olímpico marcado en Beijing 2008 (50.58 segundos), lo que nunca perderá es el dominio de un estadio que se pone de pie cuando escucha su nombre en la ceremonia de premiación.
Estas historias son las que llenan de ilusiones de nuevos talentos para dar más, saber que alcanzar a tu máximo esta solo en «querer» y no limitarte en que esta lejos de tí.
